Se podría decir que el cocido madrileño es, junto con los callos, el plato de la capital española por excelencia. Un puchero de origen humilde que hoy se encuentra tanto en los recetarios familiares como en los restaurantes más selectos (que se lo digan si no a Lhardy, donde es su principal reclamo). Además de ser un elemento clave de la cocina tradicional, la versatilidad de la receta, el alto valor nutritivo y el agradable sabor de unos ingredientes que combinan a la perfección, hacen que sea uno de esos platos que nunca pasan de moda. Aquí vamos a intentar diseccionar sus principales ingredientes y hasta cómo comerlo correctamente, algo que no todo el mundo hace.
2Diferentes versiones del cocido
En cualquier caso, al tratarse el cocido de una receta que admite gran variedad de alimentos, es probable que el cocido surgiera en las diferentes regiones de España como forma de aprovechar los productos autóctonos. Porque es un plato que se encuentra a lo largo de todo el territorio español, en sus diferentes variantes: el cocido gallego, el maragato de León, el montañés o el lebaniego de Cantabria, el cocido canario, la escudella i carn d’olla de Cataluña o el puchero andaluz, entre otros. Y, como apuntan algunos autores, el cocido madrileño sería como una síntesis de todos ellos.