Para Isabel Preysler el pasado 22 de agosto fue una de sus mayores pesadillas. Su madre, Beatriz Arrastia, uno de sus grandes pilares fallecía a los 98 años. Durante todo este tiempo, Isabel desaparecía del entorno social, pero poco a poco está retomando sus compromisos sociales. Como no podía ser de otra forma, la socialité reaparecía en la Gran Gala Anual del Teatro Real.
Una velada inolvidable con fines filántrópicos, en la que los fondos se destinarán a menores en situaciones desfavorecidas y con colectivos con discapacidades. Además de nuestra gran reina de corazones junto a Mario Vargas Llosa, multitud de rostros conocidos de la alta sociedad acudieron al Teatro Real. Jaime Peñafiel, Andrea Levy, Myriam Lapique, José María Machavila o los Duques de Huéscar, Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, fueron algunos de los que se unieron a la velada.
Lo que no sabía Isabel Preysler es que allí se encontraría con su ‘enemiga’ de moda y se desencadenaría un duelo de pura elegancia. Te contamos todos los detalles de la reaparición de Isabel Preysler.
2La competición en la alfombra entre Isabel Preysler y Sofía Palazuelo
En la Gran Gala Anual, nuestras celebrities deslumbraron con sus mejores galas, en la que nos dejaron unas de las alfombras rojas más glamurosas de los últimos tiempos. Sin lugar a dudas quienes acapararon todas las miradas y protagonizaron un duelo de auténtica elegancia fueron Isabel Preysler y Sofía Palazuelo. Cada una en su estilo, consiguieron deslumbrar por la alfombra.
La madre de Enrique Iglesias nos demostró que nunca deja de darnos una lección de estilo. Con un impresionante diseño de Tot-Hom de encaje en color beige con cinturón a juego y un bolero de piel, Isabel combatió las bajas temperaturas de la capital, demostrando que su estilo va más allá de las altas temperaturas.
De la mano de su marido Fernando Fitz-James Stuart, Sofía Palazuelo lucía impecable con su diseño de Jan Taminiau, demostraba porque es siempre está considerada como una de las mejores vestidas.
Con un vestido de silueta tipo sari y con motivos florales en colores verdes, amarillos y azules, de corte asimétrico, con capa desde el hombro hasta el suelo y un favorecedor drapeado marcando su cintura.
Una creación que no necesitaba nada más y que Sofía, especialmente sonriente, completó con unas elegantes sandalias doradas a juego con unos pendientes largos, un maquillaje natural y un sencillo moño. Sin palabras.
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