Un noviembre de hace 18 años, asistíamos a una de las noticias más relevantes que podíamos dar la prensa: el Príncipe Felipe tenía novia y se iba casar con ella. Eran momentos de tensión y de máximo secretismo.
Un viernes 31 de octubre ya conocíamos en las redacciones quién era la prometida del heredero de la Corona. Y un 1 de noviembre teníamos la confirmación absoluta a las 19:00 horas por parte de Terelu Campos. Como ha repetido en más de una ocasión, su madre María Teresa Campos le animaba a dar la noticia sin confirmación oficial por parte de Casa Real.
Letizia Ortiz Rocasolano y el día que revolución a la prensa y al mundo
Aquel viernes 31, Luis María Ansón le dedicaba a la periodista Letizia Ortiz Rocasolano, toda una página en su sección de televisión de La Razón. Ese viernes, intuyendo quién podía ser, los periodistas y fotógrafos se apostaban en RTVE, en el famoso Pirulí, con la intención de recoger alguna declaración y alguna foto de la asturiana, pero fue imposible. Ella ya no regresó a su puesto de trabajo.
Fueron días de enorme tensión informativa y no por mal, sino por tener la máxima información de la pareja del hijo del Rey Juan Carlos y Doña Sofía y dar una de las noticias que pasarán a la historia, a la historia con mayúsculas. Las redacciones ardían y todos los periodistas asfálticos se trasladaron a todos los rincones que tenían que ver con la novia de Felipe de Borbón. Asturias, Valencia y como no, Almendralejo, el pueblo donde se casó por primera vez; cuyas fotos, por cierto, desaparecieron en aquel momento. Aquellas fotos desaparecieron aunque parecía que las íbamos a conseguir, y también desapareció casi toda la información de la periodista de informativos… como si no hubiera tenido un pasado.
Cualquier información o dato se debía de controlar. Pero no se pudo con todo, aunque sí que con gran parte.
Letizia Ortiz: Su naturalidad, mancillada
El anuncio del compromiso, vino rodado tras darse el nombre en todos los medios y Casa Real, no se atrevió a desmentir a toda la prensa. Se podría decir que hasta fue un gran apoyo para la periodista.
Ya todo vino rodado. Ella fue muy espontánea en su aparición ante los medios y a unos gustó su naturalidad y a otros no tanto, porque eso de regañar en público al futuro Rey. Él se lo tomó a broma y es de entender, que sin tener una educación en aquel momento, era normal que los nervios le jugaran una mala pasada.
Ya allí, fue sentenciada, por muchos y quisieron reducir su popularidad. Y es que su traje Armani y que ‘copió’ Zara se agotó.
Así cortaron las alas a la Reina Letizia siendo Princesa
15 días antes del enlace los Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia acudieron a la boda de los príncipes de Dinamarca y ahí deslumbró. La letiziamanía llegó y con las mismas le cortaron las alas. «Letizia se quedó con toda Europa con su vestido rojo y su actitud torera«, recuerda Gerardo Correas, Presidente de la Escuela Internacional de Protocolo EIP. Su vestido rojo de Lorenzo Caprile fue un sueño. Y un look que nos encantaría que volviera a repetir. Pero de todos sus reciclajes, este jamás ha salido de su armario. ¿La veremos algún día con él o a su hija la Princesa Leonor?
Pero la tortilla se dio la vuelta para la futura Princesa de Asturias, por dos motivos muy concretos: «A partir de ahí, decidieron que, primero no podía convertirse en Carolina de Mónaco y ser objeto del papel cuché; y segundo, que no podía hacer sombra a quien verdaderamente era quien importaba que era el Príncipe de Asturias en aquel momento«, recuerda y explica el experto en protocolo.
Letizia podría sufrir lo mismo que vivió ella con su hija Sofía
Aun así, la cosa no quedó ahí. Letizia Ortiz, vio como fueron apagando su luz con unas drásticas decisiones: «Acortaron sus actuaciones públicas. Tuvieron más cuidado con sus looks de vestidos, etcétera«. Esto mismo, podría revivirlo en sus propias carnes, bueno, o mejor dicho en las carnes que más le duele a un padre… las de su hija Sofía.
¿Y por qué? Pues porque hasta ahora, la Infanta Sofía siempre ha ido acompañando a su hermana la Princesa Leonor, pero puede que un día no sea así. «Al igual que actuaron con la actual Reina Letizia, así mismo actuarán con la Infanta Sofía«, considera el experto en protocolo.
«Siempre que no haga sombra a su hermana en los actos públicos, donde su hermana tiene que tener más protagonismo como heredera«, irán juntas, argumenta Correas. Sin embargo, si tiene más protagonismo y se pierde el equilibrio, podría tomarse la decisión de que las hermanas tengan agendas separadas. Veremos qué sucede o si toma el papel de su tía abuela, la Princesa Irene de Grecia, que siempre va en un discreto segundo plano, junto a su hermana Sofía de Borbón y Grecia.