Si hay un episodio que pudo causar un gran impacto en el relato de Rocío Carrasco en su docuserie, Rocío, Contar la verdad para seguir viva, es sin duda el momento que confesó que Antonio David Flores intentó tirarla por la ventana, embarazada. Todo ocurrió en el domicilio que tenía ‘la más grande’ en Chipiona, concretamente en la Avenida de Nuestra Señora de Regla. La casa ‘Mi abuela Rocío’, no solo ha sido testigo de este terrible episodio sino que además, cada 8 de septiembre, la familia Mohedano se reúne en el balcón del popular domicilio para ver a la virgen de la que era devota Jurado.
Ahora, tras el gran impacto que ha causado la docuserie de su hija y como tiene en su poder Cotilleo.es en exclusiva, las paredes que en su día sirvieron para homenajear a la intérprete de Como una ola se han convertido en otro campo de batalla entre esas dos partes. Unos mensajes en los que detractores y seguidores de Rocío Carrasco han escrito sus sentimientos, ante la atenta mirada de los transeúntes, pero también, de los Mohedano que siguen viviendo en la Chipiona que vio nacer a Rocío Jurado…
4«Rocío Carrasco, no estás sola… Los Flores tampoco»
> Unos mensajes que son sin duda de lo más variopintos. Frases como «Rocío Carrasco no estás sola» tenían su réplica con otra como «Los Flores tampoco». Pero no son las únicas que en Cotilleo.es nos hemos encontrado en la casa de Chipiona de la familia. Las dos Españas que se han creado con la docuserie, se han trasladado a los escritos de la gente. El sentimiento del público es real y palpable.
Palabras como «Otoño» vienen acompañadas de con otras frases en apoyo a Rociíto. «Yo si te creo Rocío Carrasco», «Viva Rocío Jurado y su hija» son algunos de los escritos que hemos visto escritos en los muros de la finca… Unas palabras que se mezclan con las de los fans devotos de ‘la más grande’.
Como decíamos, lo que durante muchísimos años se ha erigido como un monumento cambiante entorno a la chipionera, ahora mismo se muestran pinceladas de la actualidad que está viviendo los Mohedano. Es quizá esa naturaleza cambiante, de que todo el mundo que pasee por las calles de la localidad gaditana y se encuentre con la casa en la que una vez pisó la intérprete de Como las alas al viento, puedan dejar la suya propia.
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