Las huellas del tiempo se descubren primero en la cara. Y la gran importancia que otorgamos al rostro, como ventana y carta de presentación, ha ratificado el estiramiento facial (el lifting) como la opción preferida en el siglo XXI, para combatir el envejecimiento del rostro. De hecho, en los últimos 15 años, la cifra de liftings faciales ha aumentado una media del 20% y la franja etaria se ha adelantado una década, situándose en los 40-45 años. Para alcanzar los excelentes resultados actuales, las técnicas y los cirujanos no han parado de evolucionar y perfeccionarse, desde que se realizó el primer lifting de la historia, en 1910, nos recuerda el Dr. Javier de Benito, maestro reconocido a nivel mundial, en Cirugía Plástica.
2Ultra Deep Space Lifting
¿Cuándo? Cuando los rostros presentan un grado severo de envejecimiento, la zona mandibular se ha desdibujado y la cavidad orbitaria, que se agranda con la edad, ha descolgado los pómulos y los surcos nasogenianos.
¿En qué consiste? Levantamos el tejido sin necesidad de despegar apenas la piel y reconstruimos los ligamentos que se han distendido a través de los años. Con ésta nueva técnica actuamos por espacios anatómicos profundos donde no hay vasos sanguíneos, para reconstruir los cimientos del rostro como no se había podido lograr antes. La dificultad de esta técnica es que requiere cirujanos expertos y con formación en anatomía facial profunda, como es el caso del Dr. Artur Díaz Carandell del IdB, con más de ocho años de experiencia en esta especialidad.