La muerte de Doña Ana Martín ha producido un terremoto de informaciones, sobre todo las reacciones de Kiko Rivera y la colaboradora de televisión.
Kiko Rivera es un hombre completamente sobrepasado por la situación. Ha muerto su yaya y se ha visto con su madre, Isabel Pantoja. Esto ha supuesto un ante y un después. Los dos se han fundido en un abrazo y todo parece que, este fallecimiento puede unir a sus hijos y la cantante.
La familia Pantoja vive uno de sus peores momentos tras el fallecimiento de la matriarca del clan, Ana Martín, a los 90 años. Una muerte que pillaba a Kiko Rivera en la isla La Graciosa, a donde viajaba este martes por la tarde con Irene Rosales y sus hijas para asistir a la boda de su prima Anabel Pantoja.
Completamente destrozado, Kiko ha tomado un decisión que, de pronto, ha roto los esquemas de Anabel Pantoja y celebración de la boda.
Del cásate de su tía, al abandono de Kiko Rivera
Tras el «cásate» de Isabel Pantoja a su querida sobrina, los sucesos se han ido desarrollando como no se pensaba ella. El dj ha tomado la decisión determinante de no acudir y no llevar del brazo a su prima al altar. No está con fuerzas… Y no puede. Algo que a Anabel le ha destrozado, porque ella esperaba ir del brazo de su primo… El papelón de los familiares y de los novios es fuerte.
El marido de Irene Rosales se subía en el ferry para llegar al aeropuerto y coger un vuelo dirección Sevilla para poder ir a despedirse de su abuela. Y así lo hizo. Ya en Sevilla, fríamente ha pensado que no está para boda. Kiko, de momento, no ha querido confesar cómo se encuentra la relación con su madre y tampoco lo que han hablado los dos.
Sin hacer declaraciones, Anabel se ha mostrado muy seria y muy preocupada por tal noticia que ha revelado en directo Kiko Hernández. Si unas horas antes, ella era la que tranquilizaba a su madre y a su marido Omar, diciéndoles: «Vosotros estaros tranquilos», ahora es ella la que no levanta cabeza.
Anabel Pantoja muy preocupada por todos los invitados que se han desplazado a su boda
Mercedes, su madre, muy afectada se abrazará a su hija como lo hizo en la despedida ante esta triste noticia que le ha caído como un jarro de agua fría. Tras semejante disgusto, Kiko le hacía entender a Anabel que por favor que no estaba para bodas y que por favor que la retrasara. Pero Anabel o la revista de la exclusiva, no puede echar el freno, ¿o es también por respeto a todos los invitados que han hecho un desembolso por estar allí junto a la colaboradora televisiva? Eso, también hay que entenderlo.
El caso es que el Dj no va a acudir, ¿y su mujer Irene Rosales que estaba allí? Pues el hijo de Paquirri ha dicho que «ella y sus hijos hagan lo que quieran»… ¡Madre mía! ¿Y qué ha sucedido? Que tras una llamada, Irene Rosales ha entendido que ella tiene que estar al lado de su marido con sus hijos, y con las mismas, han hecho las maletas y abandonan La Graciosa… ¿Te lo imaginabas?