Diarios hay muchos, memorias cientas, pero como las de la gran Mila Ximénez ningunas. Es en su revista de cabecera Lecturas, donde encontramos algunos de los capítulos de su vida más desconocidos. Recordamos cómo fue el día en que se casó con Manolo Santana. El temblor le inundó el cuerpo, temió quedarse plantada en el altar, un día para no recordar que hoy rescatamos para honrar a quien algún día fue una de las periodistas más veneradas del panorama patrio del corazón.
2«Me enamoré absolutamente de Adolfo Suárez, pero jamás tuvimos nada que ver fuera de nuestra relación de amistad»
> La pareja solo se rodeaba de las más altas esferas, tanto es así, que incluso fue Adolfo Suárez el padrino de su boda por el juzgado. Tras la ceremonia, tomaron una copa en su casa. La seguridad que rodeaba al antiguo presidente del gobierno de España era tal que no era nada sencillo acceder a estar con él sin vigilancia. Para la colaboradora fue un gran hombre del que siempre guardó un buen recuerdo.
«Adoré a Adolfo, creo que hubo una buena química entre los dos. Siempre me interesó lo que contaba. Era, además, divertido. Me enamoré absolutamente de él pero que no se disparen las imaginaciones. Jamás tuvimos nada que ver, fuera de nuestra relación de amistad. No olvidemos que además era el intimísimo amigo de mi marido. Y ambos tienen un sentido muy alto de la lealtad», dicta.
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