En los últimos días Ortega Cano ha ondeado al viento la bandera del amor eterno e idílico que siempre sintió por Rocío Jurado y que algunos como la propia hija de la cantante, Rocío Carrasco, quieren enturbiar. Sin embargo, recordamos uno de los momentos en que la artista decía basta. Pensó en romper con todo, hasta con su marido.
125 de julio de 2004, una fecha marcada a fuego en su calendario
> Así lo recuerda Pilar Eyre en su blog, «No es por maldad», de la revista Lecturas. “Poco después de la entrega de las Antena de Oro, donde un Ortega muy a gustito había recogido su premio de manos de Marta Robles, el matrimonio fue a cenar con su gran amigo Luis Sanz, que iba con su marido, Paco Belinchón. Rocío se mostró toda la noche molesta y malhumorada”, comienza explicando pronosticando una noche trágica para el diestro.
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