Meghan Markle está de celebración. La duquesa ha cumplido 40 años afincada en su casa de California junto a su marido, el príncipe Harry, y sus dos hijos, Archie y Lilibet Diana. Y, lo más importante, a muchos kilómetros de Buckingham, comenzando así esta nueva etapa de su vida con una gran fiesta y envuelta en muchas polémicas.
2La expectación con el bautizo de su hija, Lilibet
>Meghan Markle y el príncipe Harry deben tomar una complicada decisión con respecto al bautizo de su hija Lilibet Diana. Después del claro distanciamiento que existe con su familia, la pareja debe enfrentar el conflicto que se generará con la decisión que tomen con el bautizo de su pequeña hija. El camino que tomen respecto a este tema los distanciará más de la Familia Real o podría acercar la reconciliación.
Misterios de protocolo reales, el bautizo se debe celebrar en Inglaterra y los padrinos han de ser gente emparentada con Harry. Daniela Elser, experta en la realeza británica, mencionó que el conflicto viene por la localización. «Si los Sussex decidieran celebrar la ceremonia en California, impedirían la asistencia de la Reina, que ya no viaja internacionalmente. Se consideraría un claro rechazo de la Familia Real” declaró la periodista.
Otra opción para los duques de Sussex sería no celebrar el bautizo, aunque este gesto también sería interpretado «como una profunda falta de respeto a Su Majestad. Dado que ella es, después de todo, la cabeza de la Iglesia de Inglaterra» decía la experta Daniela Elser. Lo que está claro es que esta decisión marcará un antes y un después en la relación entre Harry y Meghan y la Corona Británica.
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