El 29 de julio de 1981 una jovencísima Diana Spencer se dirigía al altar. La expectación era máxima, la historia era de «cuentos de hadas» y la ceremonia fue considerada como «la boda del siglo». En el fondo era el inicio de un icono, y los símbolos no nacen solo de una apariencia espectacular, sino de unos valores trascendentales que se reflejan, creando una imagen única.
2El vestido de un cuento de hadas
> Pese a su juventud, tenía 20 años cuando se casó, Diana se implicó en el diseño de su vestido, confeccionado tal y como ella deseó. «El vestido marcó época y Lady Di demostró controlar la importancia de la imagen a la hora de dirigirse al mundo, pero también de mostrar su nuevo estatus como princesa. Su enlace era especial y por eso encargó una cola de 7,6 metros, la más larga en una boda real. Los tejidos también eran lujosos, tafetán de seda color marfil, encajes, bordados, lentejuelas y 10.000 perlas. No descuidó ningún detalle, demostrando saber la importancia de cada uno de ellos.», añade Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga
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