Kiko Rivera no gana para disgustos. Lleva un año que no se lo desea a nadie. Algunas de las personas que siempre han estado dentro de su corazón le han traicionado. Decepción tras decepción es lo que lleva encadenando el DJ. La relación con sus seres queridos se va estrechando y solo puede prestar su confianza a quien aun permanece a su lado, Irene Rosales.