Julián Contreras vuelve a estar en el centro de la polémica por sus problemas económicos. Después de meses sin noticias del hijo de Carmina Ordóñez, este fin de semana Viva la vida emitía unas declaraciones de la casera del piso en el que reside con su padre en la madrileña localidad de Móstoles asegurando que el joven lee debía 9.000 euros por impago del alquiler y que pronto sería desahuciado.
Julián podría estar pasando por presuntos problemas económicos
> Muy enfadado por las informaciones que se han hecho públicas sobre sus supuestos problemas económicos y legales, Julián ha roto su silencio, desmintiendo a su casera y defendiéndose de los ataques que recibe periódicamente.
– ¿Cómo estás? ¿Cómo te encuentras? Te tenemos que preguntar por lo que ha salido de que ha hablado tu casera de que debes 9000 euros.
– Yo creo que los medios de comunicación estáis para no juzgar ni para coaccionar a la justicia, creo, que a lo mejor eso ha cambiado, pero me gustaría pensar que no. Me da rabia que yo no goce de los mismos privilegios que los ciudadanos entre los cuales pues está cierta, primero, concienciación con los temas judiciales y segundo cierto respeto y tacto. Yo soy una persona normal, como vosotros, tengo familia, como vosotros, sensibilidad, incluso más que algunos, y por lo tanto creo que lo justo aquí es que esperemos. Yo no voy a ser quien comercie con una información judicial, porque no lo he hecho nunca, y no voy a coaccionar a la justicia.
– ¿Pero nos puedes confirmar la noticia que ha dicho tu casera?
– No, porque como está judicializado. Yo os puedo decir que lo que se está contando no es cierto. No, no es cierto.
– ¿No tienes problemas económicos?
– No, pero para vosotros siempre tengo problemas. Cuando no son emocionales, son sentimentales, cuando no son económicos, son laborales.
– Pero es porque tú lo has dicho.
– Pero cuando os he contado que ya no los tenía también lo he dicho y eso no vale. Siempre perdura lo malo, me he convertido en un repuesto, en una persona que cuando tiene un problema lo sacamos. ¿Solo soy esto para vosotros? ¿Cuándo tengo problemas? Porque eso no me parece justo ni honrado ni amable.
– ¿Cómo estás tú?
– Pues estoy bien, evidentemente molesto porque esto no es una situación agradable para nadie. Yo estoy trabajando, estoy en ERTE desde el año pasado porque no sé si lo sabéis, pero hay una cosa que se llama Covid que ha azotado al mundo entero, pero parece que solo es a mí. Entonces, si me voy a convertir en cabeza de turco, lo siento, pero no.
– Es que está diciendo tu casera que no pagabas el alquiler, pero si que tienes un nivel muy alto.
– Altísimo, altísimo, como veréis, tengo el Ferrari aquí. Es que la fantasía personal de cada uno la respeto mucho, pero lo que sí os pido por favor es que no cometamos más atropellos, que dejemos que la justicia haga lo suyo y que no le hagamos gordo a alguien al ser posible.
– ¿Y qué te parece que salga la casera a hablar?
– La casera no sale si no la sacáis vosotros. Es que las cosas tampoco son así. Es que yo echo de menos cierto equilibrio en este sentido. Se pusieron en contacto conmigo y yo he dado explicaciones, mi abogada también y yo no sé que más podemos hacer. Lo que podemos hacer es que la justicia os trasfiera los poderes y lo solucionamos.
– ¿Ha habido un intento de desahucio?
– No ha habido nada. Voy a hacer la compra y ahora voy a volver a comer con normalidad y tranquilidad. Insisto que todo esto está en un juzgado y yo ni siquiera debería estar diciendo esto. Digo esto porque me despierto por la mañana y me fríen a mensajes, y me fríen el teléfono, y estáis aquí en la puerta de mi casa. Es injusto porque si yo te denuncio a ti, nadie lo sabe y esto es una trampa y es asqueroso. No debéis permitirlo porque yo tendría que tener los mismos derechos que cualquier ciudadano porque después yo no voy a un juzgado VIP, ni me juzgan de manera diferente, ni sacan un libro especial para mí. Soy uno más ante la justicia y reclamo que ese anonimato que tenemos todos ya que la justicia debe ser justa y no ejemplar, joder, vamos a contribuir un poco. Cuando las cosas se solucionen, cuando salga sentencia, pues oye.
– ¿Por qué crees que hay este frente contigo?
– Me gustaría saberlo, pero yo desaparezco para vosotros cuando no hay ningún problema y eso insisto, no me parece justo, y me duele.
– ¿Te has puesto en contacto con la casera después de ver las declaraciones?
– Insisto, tengo una abogada que además es fantástica y se explica fenomenal, la que está llevando todo esto, la que está llevando las acciones pertinentes a raíz de esto y poco más puedo decir. Lo importante es que estoy bien, gracias por vuestro interés.
– ¿No has pensado irte de la casa ni nada?
– Voy a hacer la compra y a ver si pronto podemos recuperar la normalidad. Yo puedo volver al trabajo.
– ¿Tu padre cómo se encuentra?
– Estamos todos bien, de salud perfecto.
– ¿Tus hermanos te han dicho algo? ¿Hay algún contacto con tus hermanos?
– Yo no tengo contacto, pero como siempre os digo, les deseo lo mejor de todo corazón.
– ¿Pero te gustaría que te ayudasen en estos momentos?
– Es que no voy a entrar.