Apenas 24 horas después de que Rocío Carrasco pusiese el broche final a la primera temporada de su docuserie asegurando que su hija sigue siendo la «misma persona que en julio de 2012» y que ve «muy complicado» una reconciliación con ella, Rocío Flores ha decidido poner ‘al mal tiempo buena’, sus mejores galas e irse de concierto para olvidar sus penas.
Así, a pesar de que está atravesando por uno de los peores momentos de su vida, la influencer se ha puesto unas altísimas sandalias de tacón, un sugerente conjunto lencero presumiendo de piernas y una cazadora de lo más rockera y, con la mejor de sus sonrisas, ha apoyado a Pitingo en su reaparición en Madrid, posando por primera vez en un photocall desde que su madre rompió su silencio en Rocío, contar la verdad para seguir viva.
Y es que el artista es un gran amigo de Antonio David Flores desde hace años – de hecho, como ha confesado Olga Moreno en Supervivientes es el padrino de su hija Lola – por lo que Ro no ha encontrado mejor escenario para su reaparición pública que el concierto de Pitingo, al que su padre ha preferido no asistir por no ser el mejor momento. «Creo que no», confesaba justificando la ausencia del malagueño.
Repitiendo una vez más un claro «estoy» cuando le preguntamos cómo se encuentra tras los durísimos ataques de su madre, Rocío ha evitado sin embargo comentar la última entrevista de su progenitora: «No tengo nada que decir. Vengo al concierto».
Un evento en el que, por cierto, coincidió con Ana María Aldón, aunque no se dejaron ver juntas en ningún momento.