Horas después de la entrevista de Rocío Carrasco anunciando que en otoño habrá segunda parte de su serie documental y que en ‘El nombre de Rocío’ desgranará los motivos por los que no tiene relación con su familia materna, José Ortega Cano asistía al hospital acompañado por su mujer, Ana María Aldón. Delicado de salud desde que se contagió de Covid a principios de año, el diestro no está llevando nada bien convertirse en uno de los grandes señalados tras el testimonio de la hija de Rocío Jurado, que ha confesado que ha llegado la hora de qué sepamos por qué no quiere saber nada del gran amor de su madre.
Por ello, a pesar de que Ortega había confirmado su asistencia a la actuación de Pitingo en la capital, finalmente prefirió quedarse en casa y, en su lugar, Ana María Aldón acudió al concierto acompañada por su cuñada Mari Carmen Ortega Cano.
La gaditana, preocupada por su marido, nos ha contado que «anímica y físicamente está bien» pero «le han hecho hoy una prueba. Un tac coronario con contrastes para ver cosas suyas del corazón porque no está muy bien, pero todavía no nos han dado los resultados».
Por su delicado estado de salud Ortega Cano ha preferido no ver ninguno de los capítulos de la docuserie de Rocío Carrasco, que Ana María no se ha perdido pero sobre la que prefiere no confesar su opinión: «No la quiero compartir, me apetece divertirme».
Asegurando que «no sé qué espero» de la segunda temporada de la serie documental, la mujer de Ortega mantiene que no está «nervioso» por lo que pueda contar de él y afirma que, a pesar de que el diestro nombró a José Antonio Rodríguez su portavoz, «él tiene su voz pero lo dijo un poco porque no quiere que estén todos los días preguntándole» sobre Rocío Carrasco.
Ana María también ha salido en defensa de Gloria Camila y José Fernando después de que el alcalde de Chipiona, Luis María Aparcero, asegurase que lo que más amaba Rocío Jurado «era a su hija, a su sangre», dejando caer que los niños que adoptó con Ortega Cano no eran tan importantes como Rocío Carrasco. «Rocío tenía tres hijos, de sangre o no sangre. Son tres hijos que por deseo de ella son sus tres hijos. No tiene validez, no le voy a dar importancia, lo que pasa que transciende, pero tendrá su recompensa», ha señalado.
Muy discreta, sin embargo, Ana María ha evitado hablar de los hijos de su marido, y no ha querido pronunciarse ni sobre los insultos en redes sociales que ha denunciado Gloria Camila en comisaría ni tampoco sobre la posible salida en junio de José Fernando del centro psiquiátrico en el que lleva internado 4 años: «No se puede hablar de José Fernando, ¿vale».