Después de un año especialmente complicado para el mundo del cine, Penélope Cruz volvía al trabajo hace unos meses bajo las órdenes de su amigo Pedro Almodóvar protagonizando su nuevo película, Madres Paralelas, que se ambienta en el Madrid actual narrando la historia de tres mujeres que dan a luz en el mismo día al lado de Aitana Sánchez Gijón y Milena Smit.
Un drama que promete convertirse en uno de los trabajos más aplaudidos del directos manchego que, una vez más, cuenta con su musa, Penélope Cruz. La de Alcobendas se enamoró de la historia en cuanto Pedro la llamó para contarle el guión y no dudó en aparcar todos sus compromisos profesionales para centrarse en Madres paralelas, que ha rodado en la capital durante las últimas semanas.
Un rodaje que ya ha terminado y para el que la mujer de Javier Bárdem no ha dudado en cambiar de imagen, cambiando su clásica larga y lisa melena morena por un look tan diferente como favorecedor; una media melena ondulada, en color castaño con mechas rubias, y con flequillo cortina.
Un cambio arriesgado que sin embargo sienta fenomenal a Penélope, que a lo largo de su carrera ha lucido tantos looks como podamos imaginar. Rubia, morena, pelirroja; con el pelo liso o rizad; corto y largo… Y, como no, con flequillo, que favorece especialmente a la intérprete, destacando con armonía sus preciosos rasgos.
En esta ocasión, durante una de las últimas jornadas de rodaje en el centro de Madrid, la musa de Almodóvar acaparó todas las miradas con unos sencillos pantalones vaqueros y una blazer en color rojo, presumiendo de tipazo y de su belleza natural sin apenas maquillaje y con este versátil corte de pelo que promete convertirse en uno de los más demandados del verano, ya que da luz a la cara por sus mechas claras a la vez que es muy fácil de peinar por lo natural de sus ondas, ligeramente despeinadas.