La entrada de Jesús Gil en Marbella en los años 90 provocó un antes y un después en esta maravillosa tierra malagueña de la que tantas veces se ha oído hablar. Pero para hablar de aquellos elegantes veranos, nos tenemos que remontar a la inauguración del Marbella Club por parte de Alfonso Hohenlohe, ahijado de Alfonso XIII.
Durante estos años, muchos fueron los rostros conocidos que pasaron por las instalaciones del Marbella Club, como Grace Kelly, Audrey Hepburn, Kim Novak o Brigitte Bardot, entre otros. Una zona turística donde se podían encontrar personalidades de la jet set y donde el glamour y la elegancia se derrochaba cada noche. Pero no fue hasta la inauguración de Puerto Banús en 1971 cuando Marbella tuvo su gran éxito.
La entrada directa y escandalosa de Jesús Gil marcó la decadencia de esa Marbella de la que tanto se hablaba y donde tantos rostros conocidos disfrutaban cada verano. De hecho, en los años de mandato de José Luis Rodríguez en Marbella multó a Gil con 81 millones de pesetas por una construcción ilegal, algo de lo que parece no aprendió nada. Se metió en política porque entendía que levantar pisos era más fácil si llegaba a la alcaldía.
Jesús Gil lo cambió todo. Los personajes empezaron a notar el cambio y aseguraban no encontrarse cómodos con el personaje que se había metido de lleno en Marbella y que ya empezaba a ser imagen de la tierra.
La decadencia de Marbella se empezó a notar cuando se marchó Sean Connery y su mujer. Cuando las estancias del Rey Fahd empezaron a ser menos habituales y con la entrada hasta en tres ocasiones en prisión de Jesús Gil, el hombre que adoraba las cámaras para vender una imagen que ya no era lo que exponía.
En la serie que se ha emitido en HBO sobre la Marbella de Gil podemos ver cómo se muestra la realidad de aquella época. Excesos y fiestas de mañana, tarde y noche. La ambición y la idea de hacer de Marbella un Manhattan fue lo que llevó al alcalde a la ruina absoluta y a, sin quererlo, expulsar personalidades que hacían de la tierra un lugar fantástico, como el matrimonio de Sean Connery y Micheline Roquebrune.
En las noches de Marbella, lo mismo te encontrabas con la Duquesa de Alba, que a Lola Flores. Personajes de lo más variopinto elegían ese destino para descansar, disfrutar y no tener fin. Lo que viene siendo las vacaciones que todo el mundo desearían tener, pero el fallo de Gil fue promover construcciones que acabaron con esa tranquilidad que todos los rostros conocidos querían allí.
Miguel Dominguín, Antonio Banderas, Miuel Boyer, Julio Iglesias, Isabel Preylser, María Teresa Campos, Cari Lapique, Naty Abascal* un sinfín de nombres que han disfrutado de los años más gloriosos de esa Marbella que ahora sigue teniendo su éxito con el festival Starlite, pero que nada tiene que ver con lo que se vivió en los mejores años de su historia.