El 22 de mayo del 2004 toda España vivía uno de los momentos más importantes para el país. Por fin Don Felipe VI se casaba con la que aseguraba ser el amor de su vida, Doña Letizia. Sellaba así el futuro de la Monarquía española. Una ceremonia pasada por agua, pero con grandes sonrisas de todos los asistentes que acudieron a la boda. Recordemos con todo lujo de detalles cómo fue este gran día.
El Rey Juan Carlos llegaba acompañado por su hermana la Infanta Pilar desde la plaza de la Armería del Palacio Real hasta la catedral de la Almudena. Por aquel entonces hacía casi un siglo que no tenía lugar una boda real en Madrid, la última fue la de sus abuelos, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.
Don Felipe VI llegaba con una sonrisa en su rostro y cogido del brazo de su madre, la Reina Sofía. 36 años y vestido con el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra, se dejaba ver en compañía de su madre. Esta lucía un vestido color champán de la diseñadora Margarita Núñez.
Pasa por agua, esta ceremonia será recordada por la lluvia, ya que condicionó esta ceremonia desde su inicio hasta el final. De hecho, los miembros de la Guardia Real se dejaron ver bajo el diluvio que caía en Madrid aquel 22 de mayo.
La actual Reina Letizia no pudo recorrer a pie y del brazo de su padre, Jesús Ortiz, la alfombra roja desde el Palacio Real hasta la catedral de la Almudena porque cuando salió empezó a llover. Lució un vestido de Manuel Pertegaz con cuello en uve de resaltos volados, en hilo de plata y oro platinado. Mangas largas, estrechas y terminadas en sobre puños. Todo una obra de arte con el que se metió en el bolsillo a todos los españoles.
Jesús Ortiz si acompañó a su hija hasta el altar. Allí Don Felipe esperó durante 20 minutos debido a la lluvia, ya que tuvo que acudir junto a sus damas de honor en un coche.
A la ceremonia acudieron alrededor de 1.600 invitados, con miembros de 36 casas reales de todo el mundo. Además, la ceremonia fue retransmitida en directo. A través de 160 operadores de todo el mundo, teniendo una audiencia de 1.200 millones de personas al otro lado de la pantalla siendo testigos de aquel día.