El Palacio de Liria, residencia en Madrid de los Alba, se engalana para acoger mañana la que sin duda se ha convertido en la boda que más expectación ha despertado en los últimos meses, la de Carlos Fitz-James Stuart Solís, segundo hijo del Duque de Alba, y Belén Corsini, perteneciente a una de las familias más conocidas en la alta sociedad madrileña.
Un enlace marcado por las restricciones de la pandemia, que se celebrará en la intimidad y al que sólo asistirán los familiares y amigos más cercanos de la pareja, que se comprometió en pleno confinamiento tras algo más de tres años de discreta relación.
Acerca de la boda, que reunirá de nuevo a toda la familia de la recordada Duquesa de Alba – a excepción de Cayetano Martínez de Irujo, convaleciente de una operación de urgencia de una obstrucción intestinal – pocos detalles han trascendido, aunque sí sabemos que la pareja se casará en la pequeña capilla del Palacio ante sus seres queridos más cercanos, antes de celebrar su amor con el resto de los invitados en los espectaculares jardines de Liria.
En los últimos días hemos sido testigos de excepción de un ajetreo frenético por parte de los organizadores de la boda, cuyos preparativos han sido supervisados al detalle tanto por los novios, Carlos y Belén, como por el Duque de Alba, orgulloso padre del Conde de Osorno.
A falta de 24 horas para el enlace del año hemos podido ver a varios operarios colocando la carpa que acogerá la comida nupcial, una discreta estructura en color blanco para respetar la privacidad de los novios y sus invitados. Además, también han entrado en el Palacio de Liria varios camiones en los últimos días, encargados de portar todo lo necesario – desde elementos decorativos a comida y bebidas – para que todo salga a la perfección en el día más especial de la vida de Belén Corsini y Carlos Fizt-James Stuart.