Sacarse el máximo partido gracias al maquillaje no es fácil y saber hacerlo puede cambiar por completo tu rostro. Si quieres aprender, por ejemplo, a pintar las cejas con lápiz y otros trucos para mejorar la apariencia física no dejes de prestar atención a estas recomendaciones.
Pasos para pintar las ceja con lápiz
Si quieres saber cómo pintar las cejas con lápiz en solo un par de minutos estos son los pasos que debes seguir. Sólo necesitarás un lápiz.
Enmarca
Lo primero que tienes que tener presente es que tus cejas ya cuentan con una forma prestablecida, por lo que el primer paso consistirá en enmarcar la zona inferior y superior de la misma. Un paso que te permitirá saber mejor el punto en el que empieza y en el que termina. Hazlo de manera suave para que luego el proceso de difuminar sea más sencillo.
Rellena
Una vez ya tienes las cejas enmarcadas será el momento de rellenarlas. Para ello tendrás que dibujar con el lápiz los pelitos, asegurándote que van en la misma dirección que los de la ceja. Este punto es importante para las zonas más despobladas de la ceja.
Cepilla las cejas
Aunque parezca un paso algo menor cepillar las cejas es clave porque con este gesto lo que consigues es que el dibujo se difumine y el acabado quede natural y no parezca pintado.
Pintar con crayon
En el caso de que busques pintar con crayon tus cejas podrás hacerlo del siguiente modo. Es muy similar al método que hemos descrito arriba: sólo tendrás que pintar pequeños trazos con el lápiz en cuestión. Aquí para disimular los pelitos de la ceja necesitarás trazos ascendentes.
Truco extra
En cualquier caso es importante que para que el resultado sea natural y óptimo respetes siempre la forma de tu ceja. Estas opciones son aconsejables si no tienes los pelitos suficientes como para marcar la forma de tu ceja de un modo más determinado. Y antes de hacerlo es importante tener ya diseñadas la forma de las cejas, sabiendo cuál es la opción que te favorece más en función de tu rostro, etc.
Otras recomendaciones para sacar partido a tu rostro
Como decimos, no es fácil siempre saber sacar partido al rostro y aquí juega un papel importante tener presente que realizar cursos para ello puede ayudarnos. Tanto si buscas un aprendizaje para uso personal como para uso profesional o semiprofesional este punto será clave. Por ejemplo, podrás informarte sobre los cursos de microblading que puedes encontrar en la red y que te ayudarán mucho en este sentido. Haz click aquí y podrás ver entre todas las opciones cuál te gusta más.
Potencia tu mejor rasgo
Siempre tenemos una parte en el rostro que nos gusta más. Esa es la que debes potenciar porque, además, será la que mejor te haga sentir y eso ya es un paso fundamental. Si lo que más te gusta de ti son tus ojos tendrás que trabajar a pintar el ojo, tanto para el día como para maquillajes de noche. Si lo que más te gusta de ti son los labios tendrás que hacer lo propio ya sea jugando con un perfilador, con gloss, tonos más vivos, mates, etc.
Otra posibilidad a tu alcance también será sacar el máximo partido a tus pómulos y, en definitiva, jugar con el maquillaje para hacer juegos de sombras, etc. Hay infinidad de cursos que enseñan a hacer estos maquillajes tan de moda para todo tipo de ocasiones: trabajo, eventos de día, eventos nocturnos, etc.
Elige un buen peinado
A la hora de sacar el máximo partido al rostro todo suma y el peinado es una de las cosas más importantes. Tener claro qué te favorece y qué no en función del tipo de rostro que tengas así como tus habilidades para hacer unas cosas u otras será fundamental. En este sentido también puedes encontrar cursos que te ayudan a aprender peinados para tu cabello, hacer mechas que te ayuden a enmarcar el rostro, etc.
No tengas miedo a los cambios
Es importante perder el miedo a los cambios. A veces no nos atrevemos a hacer cambios de look porque pensamos que quedarán mal pero lo cierto es que puede ser todo lo contrario. Si te apetece cambiar por completo el tono del cabello, el tipo de corte o el maquillaje que sueles hacer no debes dudarlo. El mejor modo de saber qué te queda bien es ir probando entre todas tus posibilidades.