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domingo, 24 noviembre 2024

«P**** y repisas blancas»: las fiestas locas de Ana Obregón y Lequio

Pilar Eyre vuelve a revolucionar una semana más el panorama del cuore. La catalana no tiene pelos en la lengua y viene a hablar de lo que es un secreto a voces. Lo enamorada que estaba Ana García Obregón de Alessandro Lequio y de sus intimidades. ¡Mamma mía! Pero a colación ha salido otro  tema que era un secreto a voces. Las famosas fiestas de la nuite de los 90’s en los mejores sitios de Madrid y Barcelona, sin desmerecer Marbella, Mallorca, Ibiza y otros lares. Pero en Madrid era donde se celebraba todo… Y eran fiestas muy pero que muy locas.  ¿Qué van a decir todos los que se vean señalados con el dedo? No es de extrañar que el título de su blog lleve por nombre No es por maldad… porque muchos pueden sentir que sí. Pero, si no, ¿cómo contar lo que pasaba?

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Pilar Eyre: «comprendí muchas cosas (de Lequio)»

lequio mar flores

> Y continuaba más adelante: «Él, ese día, llevaba una toalla alrededor del cuello, acababa de dar una clase de defensa personal, estaba sudado y se desnudó con desenfado antes de entrar en la ducha. Lo vi entero y verdadero y entonces comprendí muchas cosas…«. ¡Vamos que Pilar Eyre le contempló como años más tarde le pillarían los fotógrafos como todo un lobo de mar, y que publicaría la revista Interviú. Desnudo, así aparecía a los mandos de la embarcación en la que disfrutaba de una agradable jornada con la que actualmente es su mujer, María Palacios. Unas fotos que quedarían inmortalizadas para siempre.

Inmortalizado también quedó en la cabeza de Eyre, las fiestas de la época y la presentación de inauguración de un gimnasio en la calle Serrano, Ana Obregón y Alessandro Lequio. Como recuerda Eyre, todo se celebraba en aquel momento. Y ellos no iban a ser menos. Alquilaron para la ocasión una de las salas más exclusivas de Madrid. El mítico Archy. Tanto estaban los flashes detrás de ellos que la actriz se encontró con un fotógrafo incluso en el baño… “He ido a hacer pipí al lavabo y ha entrado uno”, recuerda Lecturas. Pero no solo ha recordado eso sino como eran aquellas fiestas donde el descontrol era máximo. ¿Qué van a decir ahora todos los presentes de lo que hicieron? ¿Quién se sintió identificado? 

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