José Antonio Avilés ha cumplido su sueño: salir en las páginas de una revista de corazón. Empezó a trabajar en las tardes de Telecinco, y enseguida llamó la atención de los medios de comunicación. Los responsables de Supervivientes 2020 le ofrecieron participar en el concurso. Aceptó el contrato, pero fue el peor negocio que hizo en el año. Su exceso de protagonismo le jugó una mala pasada, y se ganó un ejército de detractores dispuestos a todo para destrozarle. ¿Ha perdido el miedo a estar siempre en el centro del escándalo?