Este miércoles se emite el octavo capítulo de la serie documental de Rocío Carrasco, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. Un episodio en el que, después de su desgarradora entrevista en directo de la semana pasada – en la que por primera vez contó la paliza que le dio Rocío Flores en el año 2012 – la joven desvelará con pelos y señales la pesadilla que vivió al lado de su hija y que concluyó con la brutal agresión que rompió su relación hace 9 años.
Un episodio que sin duda promete convertirse en el más duro, crudo y doloroso de los que componen el paso al frente de la exmujer de Antonio David Flores en su reaparición después de 25 años de silencio, y del que ya hemos podido ver un pequeño adelanto que nos ha dejado tan sobrecogidos como impactados.
En el trailer, una destrozada Rociíto confiesa como, a raíz de la manipulación de su exmarido sobre sus hijos cuando estaban con él, «yo empiezo a tener pánico a los lunes de regreso de los niños. Las tres noches anteriores no duermo. Esos lunes, desde que me levanto hasta que vienen me los paso en el baño. Vomito, me dan ataques de pánico, ataques de angustia…».
Una pesadilla que por primera vez revive en primera persona, desvelando que días antes de la brutal paliza que desencadenó todo, cuando Ro volvió a casa después de 15 días con su padre, «lo primero que hace esa niña cuando me ve, en vez de darme dos besos, es increparme y decirme: No sabes la que te tienen, la que os tienen, preparada». «Que sepas que en septiembre a esta casa no me trae ni un juez ni tu madre ni tu padre que están bajo tierra», le advirtió su hija, que como Rociíto asegura, «no podía permitirse tener un sentimiento bueno para conmigo, ella tenía que irse a casa de su padre con información, con algo, con algún tipo de dato».
Con un relato totalmente desgarrador en el que a duras penas aguanta el tipo, hemos podido ver en el trailer del capítulo 8 como la hija de Rocío Jurado también abordará cómo empezó la paliza que la niña le propinó en 2012: «Empieza a pegarme, pero mientras ella me pega, va gritando: ‘¡No me pegues, no me pegues, no me pegues!’, y yo la miraba y era ella la que me estaba pegando a mí». Una pesadilla que se tornó en infierno cuando Rociíto vio, tal y como ha contado, como su hija sacaba un móvil y, llamando a su padre, Antonio David, le decía: «papá, ya está hecho».
Un adelanto que nos ha sobrecogido y que este miércoles veremos al completo, que promete ser la confesión más dura de Rocío Carrasco hasta el momento y sobre el que Rocío Flores, por el momento, no se ha pronunciado.