Después de semanas de especulaciones, Rocío Carrasco ha explicado por fin en el séptimo capítulo de su serie documental, ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ el porqué de su distanciamiento con José Ortega Cano. Muy dolida con el viudo de su madre después de que éste asegurase en el año 2015 que Antonio David Flores era su familia, la hija de Rocío Jurado ha sentenciado al extorero: «A José siempre le tuve cariño y afecto. Hablo en pasado, sí. No es que no le tenga afecto, es que no quiero que pertenezca a mi vida».
Unas durísimas palabras con las que entierra toda posibilidad de retomar su relación con el padre de sus hermanos Gloria Camila y José Fernando – sobre los que no ha hablado aun, aunque ha confesado que les quiere mucho – a las que Ortega Cano ha respondido con la más absoluta de las indiferencias, ignorando el ataque frontal de la que un día fue como una hija para él.
Continuando con su rutina diaria, el maestro ha realizado varias gestiones esta mañana y, bastante tranquilo y al margen de la docuserie de Rociíto, ha asegurado que se encuentra «muy bien».
Sin querer confirmar si ha visto las durísimas declaraciones de la hija de Rocío Jurado, y gesticulando de una manera un tanto extraña, Ortega Cano ha preferido no responder, evitando pronunciarse tanto sobre los motivos de su nula relación con Rociíto como de la importancia que Antonio David tiene en el hecho de que la joven tampoco le dirija la palabra a sus hermanos.
Completamente impasible, el viudo de Rocío Jurado prefiere no seguir los ejemplos de Raquel Mosquera, Amador Mohedano o Rosa Benito, que han desmentido varias de las vivencias que Rocío ha confesado en su serie documental y, sin inmutarse, responde a la hija de ‘La más grande’ con el látigo de la indiferencia.
La salud de ortega Cano no pasa por un buen momento, y tal como contó su actual mujer, Ana María Aldón, los médicos le han recomendado que no vea la serie. De momento, ni la ve, ni responde.