Sergio Dalma acudía anoche como invitado a El Hormiguero para celebrar sus 30 años en el mundo de la música y lo hace reconociendo que después de una cuarentena muy dura para el mundo de la música, está especialmente nervioso por volver a subirse a los escenarios:» Estoy muy nervioso porque es la primera televisión que hago después de tanto tiempo, es una sensación extraña, te entra miedo escénico».
Después de muchos años de vida y trabajo en Madrid, Sergio Dalma ha decidido darle un giro en su vida fijando de nuevo su residencia en Púbol, un pueblecito en el que vive alejado del revuelo de la ciudad: «Después de muchos años en Madrid he vuelto a mi tierra, de alguna manera tenía ganas de tener esta sensación. Me sentía como Paco Martínez Soria cuando he llegado, me he emocionado, la verdad es que sí».
Tras emocionar al público de El Hormiguero durante la pausa con su mítica canción Bailar Pegados, Sergio reconoce que la gente tiene ganas de volver a la vida de antes: «Durante el confinamiento algunas de estas canciones, como la de Bailar Pegados, sonaban y la gente está más sensibilizada, tenemos ganas de abrazarnos, besarnos… el carácter del latino es así, nos han cortado las alas».
Con su vuelta a los escenarios programada para el próximo 24 de abril en Barcelona, Sergio agradece el cariño que ha recibido por parte de muchos fans que han esperado este momento durante mucho tiempo: «Quiero agradecer que después de un año haya gente que haya mantenido la ilusión por tener aquella entrada, también la paciencia, esto es nuevo para todos y tenemos que improvisar sobre la marcha. Agradecer a ese público que se ha mantenido ahí, habrá que hacer dos pases».
Pablo Motos, desconocedor se la situación personal del cantante, hace referencia a Carmen como su mujer, un detalle que el cantante no duda en matizar: «Carmen es mi manager, fuimos pareja durante 9 años pero ahora es mi manager. Ella me soporta, me conoce muy bien, este es un trabajo en el que necesitas gente de confianza, qué mejor que alguien que ha vivido conmigo. Cuando me tiene que decir algo me llama y ya sé lo que me quiere decir con el tono».