MasterChef ha sido el particular salvavidas del jurado y buena parte de los 15 concursantes confirmados para su novena temporada. La crisis sanitaria ha obligado al sector hostelero a cerrar sus puertas durante largas temporadas y reinventarse, una situación que Jordi, Samantha y Pepe conocen bien ya que la han experimentado en sus propias carnes. El talent culinario más exitoso utiliza en el proceso de selección de casting, según muchos de sus seguidores en redes sociales, el morbo para atraer al público. Salvarles de la ruina y el horror es uno de sus principales objetivos pero sin duda, conseguir los mejores datos de audiencia está por encima del bien y del mal para cualquier cadena. ¿No te lo crees? Sigue leyendo para descubrirlo con tus propios ojos.
2Samantha se reinventa ante la estrepitosa caída de su negocio
> Las redes sociales han sido uno de los mayores hándicaps de Samantha Vallejo-Nágera. Después de liarla en Instagram con su hijo roscón y un comentario homófobo sus seguidores pedían su expulsión como jurado de MasterChef. Una vez pasada la tormenta asegura que no es muy amiga de Internet. «Desgraciadamente la gente en España opina siempre negativamente, detrás de un perfil social anónimo y luego le cuesta decirte las cosas en la cara. A mí me está pasando en el restaurante. Puedes cometer fallos, pero si tengo un fallo, dímelo ahora, que estoy hablando contigo. No me pongas verde en las redes», se quejaba la maestra repostera.
Durante la pandemia no ha podido ofrecer sus servicios de catering y bodas en su amada Pedraza. Y ha tenido que reinventarse con una cartera de productos de catering a domicilio, un delivery en toda regla. Una idea, que posiblemente haya copiado del marido de Cristina Pedroche y su GoXo. Además, un buen día paseando por su pueblo compró un viejo hotel por el que ha trabajado mucho hasta convertirla en: “Casa Taberna», un nuevo espacio donde poder seguir disfrutando de la buena comida.
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