José Antonio Avilés presume, allá donde va, de ser el gran amigo y confidente de Rocío Flores. Ahora que la joven está en boca de todos, no duda en manifestar públicamente los supuestos sentimientos, hasta ahora desconocidos, de la hija de Rocío Carrasco al ver el documental en el que su madre se sincera tras más de 20 años de silencio. Hasta tal punto llega su interés por la trama, que en la última gala de Supervivientes, donde el colaborador de Viva la vida ha coincidido con la que fuera una de sus aliadas en el concurso en el que compartieron vivencias ha metido la pata hasta el fondo. La propia organización le ha llamado la atención y Rocío le ha hecho la cruz, para siempre.
1Lo que une Supervivientes ya lo separa José Antonio Avilés
> José Antonio Avilés siempre ha ido de periodista intrépido y sabelotodo. Su máxima en la vida, conseguir la mayor exclusiva para el que hoy día sigue siendo su programa, aunque pocos de sus compañeros le soporten, Viva la vida. Lo hace todo por conseguir información de primera mano, desde mentir hasta persuadir o incluso acosar a los personajes más candentes de la actualidad rosa. El personaje se comió a la persona y Avilés luchó con uñas y dientes para permanecer el mayor tiempo posible al lado de la que se convertiría en una de sus mayores amigas en Supervivientes, Rocío Flores, eso sí, de forma totalmente interesada.
Consiguió sacar de sus casillas a todos y cada uno de los participantes de la edición anterior incluida la nieta de la más grande. «Tú has venido aquí a limpiar tu imagen, porque sabes que la tenías muy manchada», llegó a decirle Avilés para provocar una reacción que consiguió en apenas segundos. “Si pretendes hacerme daño con mi madre, monta y pedalea. Jamás me he planteado hacer una exclusiva hablando sobre mi madre porque me ha parido. Estoy muy orgullosa de ser hija de mi padre y de mi madre”, se defendía entonces, poco tiempo después retomaban su buena relación.
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