El concurso MasterChef ha acercado a todas las familias el gusto por la cocina. Una afición que ha florecido aún más durante el confinamiento, y que se ha convertido casi en “deporte nacional”. Pero el concurso además ha convertido a sus jueces en personajes queridos y cercanos para el público. Así Jordi Cruz, y su mal humor, Samantha Vallejo-Nágera y su gusto por la estética en los platos, y Pepe Rodríguez y su singular naturalidad, se han convertido en parte de la “familia televisiva”.
Esta popularidad les ha permitido además impulsar sus propios negocios. Sus restaurantes y catering, en el caso de Samantha, pasaron a ser inmensamente conocidos. Pero los malos tiempos llegaron para todos, junto a la pandemia, y el jurado del concurso de TVE también se han visto afectados por la crisis que la Covid ha causado en la economía.
1Pepe Rodríguez obligado a cerrar sus restaurante
> La crisis sanitaria ha obligado a muchos negocios a bajar la persiana durante meses. La hostelería ha sido uno de los sectores más afectados, y como consecuencia Pepe ha visto como su restaurante “El Bohío” se veía obligado a cerrar. Sin negocio, y sin programa, es lógico pensar que Pepe no ha pasado por un buen momento en los últimos meses.
De hecho el mítico restaurante del chef toledano estuvo cerrado hasta el pasado 17 de marzo, cuando por fin abrió sus cocinas. Eso sí, con todas las medidas de seguridad pertinentes y cumpliendo todas y cada una de las normas que manda la ley. Para no perder la costumbre ni su magnífica mano en los fogones, Pepe siguió haciendo deliciosos platos utilizando las cocinas de su casa, y utilizando las redes para seguir cerca de su público fiel.
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