El episodio 4 de Rocío, contar la verdad para seguir viva: Muera el amor es otro de los momentos de inflexión en la vida de Rocío Carrasco Mohedano. Este es uno de los capítulos más espeluznantes de toda la docuserie de Rocío Carrasco. Es en este capítulo cuando se gesta el ser mala madre… La hija de los famosos Pedro y Rocío Jurado decide dar el paso y poner fin a su matrimonio con Antonio David Flores.
En octubre de 1999 comunica a su marido que ya no aguanta más, tras sus infidelidades y que quiere el divorcio… ¿Cómo se lo tomó Antonio David que estaba acostumbrado a estar de fiesta y ser infiel según el testimonio de la socialité? Por fin podía conseguir su tan ansiada libertad para campear a su antojo. Pero, ¿fue esto así? Sigue leyendo que te vas a enterar de todo. Chantaje, amenazas, así se las gastaba Antonio David Flores Carrasco.
7«Mi madre no le adoraba, mi madre le temía como al demonio»
Y espeta: «que la casa se la compró Rocío Jurado, con su dinero… ¿Qué hace viviendo allí?». Para más inri mintió. Según el testimonio de la mujer que ha puesto el fucsia de moda, Antonio David tenía todo un negociazo montado con unos fotógrafos: «Empieza con El Calvo y con Gustavo González y así tiene dos agencias. Y encima él era el pobrecito».
Rocío asegura que mintió porque además de no haber nadie en el chalet, se mostraba una foto con su hija y era de otro día. «Era un pack que hace otro día para que se dé otra imagen. Mi madre sabía de lo que era capaz este ser. Y mi madre estuvo cagada toda la vida», por eso no se atrevía a echarle de casa. La Jurado no quería ningún escándalo. ¿Es de extrañar ahora, sus declaraciones sobre que era un «maltratador» en Argentina?
Además, acusa a Antonio David Flores Carrasco de robo: «El que se lleva una caja fuerte es él donde había documentos papeles, y más aun joyas mías, entre ellas un anillo que me regaló mi padrino».
Sin duda como dice la hija de La Más Grande se fue a la tumba con una espada de Damocles clavada en la espalda hasta su muerte por haber dicho una verdad como un templo: «que me maltrataba, que me quería quitar a mis hijos…».