El episodio 4 de Rocío, contar la verdad para seguir viva: Muera el amor es uno de los capítulos más espeluznantes de toda la docuserie de Rocío Carrasco. La protagonista de estas semanas de Telecinco revelaba sin pudor y sin anestesia que su madre no soportaba a Antonio David. Que no vivía en la famosa cara de la Jurado porque ella quisiera y por pena, sino por miedo… por miedo al que fuera marido de su hija. Ni la artista ni José Ortega Cano se atrevían a echar al malagueño. Había miedo, y Kiko Jiménez -exnovio de Gloria Camila Ortega Mohedano- ha revelado qué sucedía y qué era lo que pasaba, que hacía que la chipionera viviera presa del pánico. Sigue leyendo.
2Antonio David siembra el pánico entre los Jurado y los Ortega
> «Mi madre no le adoraba, mi madre le temía como al demonio. Mi madre no quería un escándalo. Y no se atrevía», espetaba Rocío en su serie.
Antonio David se enclaustró en Villa Jurado alegando que era el domicilio conyugal. Y no quería salir de allí.
Rocío Jurado no sabía cómo quitarse de encima a su yerno. Así, le manda un Acta Notarial con fecha: Alcobendas 5 de noviembre de 1999. En él le solicita que «abandones mi domicilio particular. José y yo vamos a estar fuera un largo tiempo posible. Vamos a dar vacaciones a todo el servicio doméstico».
«Que la casa se la compró Rocío Jurado, con su dinero… ¿Qué hace viviendo allí?», clamaba Rocío Carrasco.
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