Con muchas ganas de volver a vivir la aventura de Supervivientes, Lara Álvarez disfruta de sus últimas horas en la capital madrileña rodeada de la gente que más quiere, su familia.
En esta ocasión vimos a la presentadora en centro comercial junto a su hija para hacer la compra demostrando la maravillosa relación que comparten madre e hija. Tras algunas horas en el interior, ambas salieron cargadas con un carro y varias bolsas que terminaron metiendo en el maletero del coche para marcharse de regreso a casa.
Junto a Jorge Javier Vázquez, Jordi González y Carlos Sobera, Lara Álvarez será la encargada de acompañar a los concursantes un año más desde Honduras donde podremos ver un año más la faceta más cercana y cariñosa de la presentadora con los concursantes.
En un momento muy bueno de su vida en el que Lara ha preferido alejarse del foco mediático durante los pasados meses para centrarse en su faceta más personal, la presentadora podría estar de nuevo enamorada.
A la espera de que alguno de los dos protagonistas confirme su supuesta historia de amor, el hombre que le habría robado el corazón a Lara es el instructor de surf que la ayudó durante el rodaje de la promoción del reality en el que la presentadora aparece sobre una tabla de surf.
Totalmente ajena a los rumores que hablan sobre su vida privada, en esta ocasión Lara hizo gala de la naturalidad que la caracteriza apostando por un look muy cómodo para la jornada de compras pantalón de chándal negro y sudadera blanca.