Fabiola Martínez Benavides comienza una nueva vida alejada de quien fue su marido durante 20 años, Bertín Osborne. Ha retomado sus estudios en Medicina, una espinita que tenía clavada y que por fin logra sacarse. Busca un piso donde vivir en el cual, también puedan estar sus padres y que le de la comodidad que necesita para cuidar de su hijo Kike. Está feliz porque tiene más tiempo para dedicarse a sí misma, a actividades que algún día dejó a un lado por dedicarse en cuerpo y alma a su familia. Aunque siga siendo su prioridad ahora puede compaginarlo. Empeñada en ser una buena jefa, ya que sigue siendo presidenta de la Fundación Bertín Osborne estudia un Máster de Administración y Dirección de Empresas para ejercer sus funciones con profesionalidad. Todo esto lo ha contado en la revista ¡Hola!, en exclusiva, pero sin pedir nada a cambio.
5Fabiola da una lección a quienes piensan que vivir en pareja es imprescindible
> Fabiola está en un proceso de descubrimiento personal. «No necesito rendir cuentas a nadie», declara. A los que dicen si existen posibilidades de reconciliación o si hay otros hombres llamando a su puerta les da una lección. «Estoy acompañada conmigo misma y me encuentro fenomenal. No estoy cerrada a nada, pero tampoco estoy desesperada».
«Me molesta que, si no tienes una pareja pegada a tu vera, no estás completa, te falta algo. Y no es así«. Además, da por zanjado lo suyo con Bertín, pues tras mucho intentarlo, la cosa no funcionaba, no se puede cambiar lo que por sí mismo está roto y por tanto ya no hay vuelta atrás.