Lejos de seguir dinamitando su relación Kiko Rivera está decidido a tender puentes con su progenitora, Isabel Pantoja. Después de llamarla mala madre, que se mueve solo por dinero o que sus actitudes eran de una persona muy ruin y rastrera. Guiada por su tío Agustín que le lleva por el camino de la mismísima muerte, el DJ no ha podido aguantar la presión y ha tenido que agachar las orejas ante el lobo. No puede soportar la presión. Es por ello por lo que lo tiene claro, no echará más leña al fuego. Al revés, ahora tiene ganas de hacer resurgir las cenizas que les separaron y pedir perdón si es que tiene que hacerlo. Se ha abierto en canal y hemos disfrutado de un Kiko que pensábamos, no volveríamos a ver nunca, pero que ahora sabemos, la reconciliación puede estar más cerca.