Visiblemente desolada al relatar el verdadero horror que vivió en los últimos años de relación con Antonio David Flores, Rocío Carrasco cuenta cómo poco a poco el que fuera su marido le fue arrebatando las fuerzas y la valentía para separarse hasta que no pudo más y finalmente decidió poner punto y final a su matrimonio con la adevertencia ade «te vas a cagar, no vas a saber por dónde te van a venir«.Con un segundo embarazo lleno de angustia, tristeza y disgustos, Rocío Carrasco reconoce que ella sabía que algo no iba bien en su embarazo desde el principio: «Yo sabía que no iba bien, tenía bajadas de tensión, contracciones, pinchazos… Yo pensaba que ese embarazo no iba a llegar a buen término».