La relación entre Carmen Borrego y Alejandra Rubio está tocada y hundida. Tía y sobrina parecían inseparables hasta que empezaron a trabajar juntas en los platós de Telecinco. En un primer momento, los espectadores pensaron que todo se trataba de un juego televisivo. Y, que las Campos, estaban tan unidas como siempre. Sin embargo, en las últimas semanas hemos descubierto que el clan está completamente destrozado. De hecho, supuestamente, Carmen y Alejandra sufrieron una discusión donde estuvieron a punto de llegar a las manos. Cuando todo parecía haberse arreglado, en Cotilleo.es descubierto un nuevo desplante que podría haber desquiciado a la hija de Terelu. ¡No se imaginan cual es el último drama de las Campos!
2El clan Campos vuelve a estar destrozado
> El último comportamiento de Carmen Borrego ha hecho que el público vuelva a cuestionar la verdadera relación del clan Campos. La hija pequeña de María Teresa no ha felicitado a Alejandra Rubio por su cumpleaños o, al menos, no lo ha hecho públicamente. La tertuliana es muy activa en sus redes sociales, y a todo el mundo le ha extrañado que no haya tenido ningún gesto de cariño con su sobrina. “Feliz domingo”, escribió justo antes de que Alejandra celebrara sus veintiún años. Sin embargo, optó por no escribirle ningún mensaje en su cuenta de Instagram, como sí hizo Terelu Campos, quien puso: “feliz cumpleaños, mi vida”. Por si este desplante fuera poco, Carmen Borrego decidió no asistir a la reunión que organizó la nieta de Teresa.
Alejandra Rubio celebró su cumpleaños muy bien acompañada. Gracias a la pequeña Campos, Terelu se reencontró con su exmarido, Alejandro Rubio. A la cita también acudieron Lobo, el novio de Alejandra, y una íntima amiga de la familia. Sin embargo, no hubo ni rastro de Carmen Borrego. Teniendo en cuenta que, en Madrid, ciudad donde tuvo lugar el festejo, pueden reunirse un máximo de seis personas, nadie entiende por qué la hija de Teresa no quiso ocupar el puesto que la reservaron. Todo hace pensar que Carmen no está pasando por un buen momento. Su trabajo en televisión pende de un hilo, y Alejandra está dispuesta a quitarle su silla. En consecuencia, Borrego, ha tramado una cruel venganza.
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