La familia Mohedano ocupó muchas horas dentro de la pequeña pantalla. Durante la primera década de los años 2000, Amador, que era conocido por ser el hermano de Rocío Jurado, se convirtió un personaje muy perseguido por la prensa. Y, a partir de ese momento, empezó a ocupar las portadas de muchas revistas de corazón. Gran parte del público hacía responsable a su mujer Rosa Benito pues, la acusaban de filtrar información de la cantante a cambio de cierto protagonismo televisivo. De esta forma, Rosa Benito pasó a primera línea mediática, y empezó a trabajar como tertuliana en algunos programas de Telecinco.
Chayo, hija de Amador y Rosa, también tenía mucho interés en llamar la atención. Quería ser cantante, como su tía, y estaba deseando que los espectadores conocieran su talento. Durante mucho tiempo, este clan tuvo una posición privilegiada en los medios de comunicación. Pero, sus grandes enemigos lograron echarlos a un lado, y conseguir silenciarles para siempre. Sin embargo, ahora están más unidos que nunca, y no consienten que nadie les robe lo que tanto se merecen: su fama. ¿Estamos ante el resurgir de la familia Mohedano?
1Belén Esteban y Rosa Benito: las grandes enemigas del clan
> Hubo un tiempo en el que todo era perfecto. Tras morir Rocío Jurado, Amador le prometió a Rocío Carrasco, su única hija biológica, que siempre cuidaría de ella. Todo hacía pensar que Rociíto era un miembro más de la familia Mohedano. De hecho, ayudó a que su prima Chayo tuviera más visibilidad en los medios de comunicación. En 2011, Chayo celebró su boda con Andrés Fernández, y le pidió a Carrasco que participase en la exclusiva que iba a vender a la revista ¡Hola! Gracias a este favor, la familia Mohedano ingresó en sus cuentas bancarias una alta cantidad de dinero. Pero, el tiempo fue pasando, y, poco a poco, se fueron distanciando.
Los Mohedano acusaron a Rocío Carrasco de haberles dado de lado. Según ellos, únicamente tenía oídos para su nuevo marido, Fidel Albiac, con quien contrajo matrimonio en 2016. Chayo acudió al enlace, a pesar de que muchos periodistas aseguraban que ya no tenían buena relación. Rosa Benito también hablaba muy bien de ella, e incluso Amador. Pero, lejos de ser sinceros, únicamente estaban motivados por un negocio que el hermano de la Jurado tenía entre manos: un museo que honrase a la arista. Rocío Carrasco tenía que autorizar este proyecto, y les interesaba tenerla a su favor. Algo muy parecido sucedió con Belén Esteban. La princesa del pueblo tenía mucho poder en televisión. Así que, decidieron acercarse a ella para no tener problemas en Telecinco. Pero, en cuanto Belén ha perdido su trono, no han tardado en confesar sus verdaderos ros sentimientos.
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