Las hijas del presentador se han convertido en su gran apoyo tras su separación de Fabiola Martínez. En un momento de reinvención desde que se hizo pública su separación de Fabiola Martínez después de 20 años de amor y dos hijos en común, y con numerosos proyectos profesionales a la vista, Bertín Osborne cuenta con el apoyo incondicional de sus hijas mayores, con las que tiene una relación maravillosa. En esta ocasión el presentador se reencontró en Madrid con sus hijas Alejandra y Eugenia, con quienes dio un tranquilo paseo antes de comer en un exclusivo restaurante de la capital, en el que compartieron risas y confidencias durante todo el encuentro.
– Buenos días, Bertín. ¿Cómo estás?
– Yo fenomenal.
– Vaya apoyo bueno que tienes con tus hijas.
– Bueno, tú sabes. Es la familia, pero bueno, a acompañarlas un ratito.
– Ellas dicen que te están viendo bien y además sabes que te tienen para lo que tú quieras.
– Claro, cómo cualquier padre o madre.
– Ellas siempre han mantenido la misma línea, que sois familia, que siempre van a tener una relación buena con Fabiola.
– Sí, sí. Ayer comieron con ella las tres.
– ¿Los pequeñajos que tal están?
– Están fenomenal, ayer estuve con ellos por la tarde. He venido a verlos.
– ¿No te echan mucho de menos?
– Me siguen viendo igual.
– ¿Sin parar?
– Sin parar, sí.
Horas después, el presentador acudía a la que fue su casa y donde siguen viviendo Fabiola y sus hijos, Kike y Carlos, a los que visita siempre que puede y en los que tanto él como la venezolana están completamente volcados.
– Visitando a los niños, una maravilla.
– Vengo a verlos siempre que puedo. Esto es la normalidad que es lo mejor que hay. Aquí seguimos con normalidad.
– Lo importante es que estéis todos bien.
– Estamos todos bien, los niños fenomenales, Fabiola está estupendamente, bien, tranquilos y relajados, como deberías ser siempre.
– Rumores y cosas que dicen, que si hijos por ahí.
– Pero esas gilipolleces ya están desmentidas por los protagonistas con lo cual ya no tengo nada que decir a eso.
– Te deseamos que sigáis así de bien y dispuesto a encontrar el amor de nuevo.
– No, yo que dices, ya me corté la coleta, ya no pienso más en eso.
– Ahora a volverte en tus hijos que eso es una maravilla.
– Y en mi trabajo y a disfrutar, nada más. A ver si volvemos a la normalidad, no a la nueva normalidad, sino a la normalidad de toda la vida.
– Que la vacuna nos llegue a todos, poquito a poco.
– Más que poquito a poco un poquito más rápido, sería muy recomendable. Mi padre tiene 92 años y todavía no le han llamado. Mi padre no sale de casa hasta que no esté vacunado y no saben cuándo.