Juan del Val acudió anoche de nuevo a El Hormiguero y quiso dejar claro cual es la real trama sobre su conflicto con Agatha Ruiz de la Prada. Un enfrentamiento que desde que comenzó el pasado 11 de febrero no ha dejado de dar que hablar. Lo cierto es que ya había habido varios rifirrafes entre ellos antes de que explotase la bomba final. Desde que comenzó la nueva apuesta de El desafío donde trabajan como jurado y concursante, no han parecido estar muy de acuerdo el uno con el trabajo del otro. Por su parte, el marido de Nuria Roca ha decidido hacer oídos sordos a las críticas que ha desencadenado esta guerra con la diseñadora de moda. Nuevamente se ha atrevido a dar su opinión de nuevo ante Pablo Motos y los telespectadores, con el fin de zanjar de una vez por todas este tema.
2Juan del Val lanza una nueva pullita a Agatha Ruíz de la Prada en El Hormiguero
> Cansado de esta polémica, Juan del Val acudió ayer a su puesto como colaborador en El Hormiguero y aprovechó para zanjar la polémica sobre su guerra con Agatha Ruíz de la Prada. Parecía que el río volvía a su cauce cuando, el pasado martes, la diseñadora de moda emitía un comunicado pidiendo disculpas al escritor por su inadecuada reacción ante la valoración de su actuación en El desafío. Pero, como todos sabemos, la televisión es un juego de orgullo y Agatha no quiso quedar por debajo del marido de Nuria Roca, asegurando que se había visto obligada a pedir perdón.
Unas declaraciones que han reavivado la llama del conflicto. El escritor no pudo evitar así responder al falso perdón por parte de la diseñadora de moda. Dejando claro que le da igual si las disculpas han sido de corazón o forzadas, ha querido limpiarse las manos asegurando que las imágenes emitidas hablan por sí solas. «Creo que no tuvo sentido del humor. Ella ha pedido disculpas y yo, por supuesto, que le acepto las disculpas» recalcaba Juan a Pablo Motos. Aclarando que no quiere hablar más del tema y que por su parte todo esta solucionado, ha querido restarle importancia al conflicto del que lleva días tratando de escapar. Pero, no todo iba a ser tan bonito para la diseñadora. El escritor ha hecho uso de su irónico carácter despidiéndose con una última pullita para la diseñadora: «Un beso y a seguir pintando corazones».