La palabra bizcocho proviene del latín «bis coctus» que significa cocido dos veces, con esto ya podremos intuir que se trata de una elaboración muy antigua que llevamos degustando desde que el mundo es mundo, y además nunca nos cansamos de repetirla o mejorarla una y otra vez. Eso sí, si quieres ir al origen del postre por excelencia para poder elaborarlo de una forma sencilla, consiguiendo que quede esponjoso y con el resultado más auténtico solo tendrás que seguir la receta tradicional con tan solo tres ingredientes. A continuación, te enseñamos a hacerla paso a paso ¡el resultado te sorprenderá!
3La masa
En esta parte de la receta se prepara la masa del bizcocho casero. Para ello se montan las claras del huevo casi al punto de nieve. Es decir, se baten con la batidora de varillas eléctrica y cuando comience a tomar algo de consistencia se añaden los otros 60 g de azúcar. Se sigue batiendo hasta que se monte al punto de nieve por completo alrededor de un minuto más.
Se pueden hacer estos dos últimos pasos con una varilla a mano pero el tiempo de batido aumentará considerablemente. Una vez listo se ponen las yemas en el bol donde están las claras y con una cuchara se mezcla haciendo movimientos envolventes, hasta tener una masa homogénea. Se añade la harina y para ello, se tamiza con un colador y se añade tal cual cae. Se vuelve a mezclar haciendo movimientos envolventes, hasta que no haya ninguna mota de harina.