La bechamel es una conocida salsa espesa cuyo origen se debate entre la gastronomía francesa e italiana. Su base es muy sencilla, con harina, leche y mantequilla, y sirve para infinidad de platos en formatos muy diferentes según la textura que se le proporcione al resultado. Hasta este punto todo parece muy fácil, pero pillar el truco a esta receta se puede resistir en muchas ocasiones por la textura o a aparición de los grumos entre otros problemas. Hoy queremos facilitarte los mejores trucos para una bechamel perfecta.
3La nuez moscada, pimienta y sal
Aunque los ingredientes básicos son la harina, la sal y la leche, puede que esto te resulte algo soso al paladar especialmente si la bechamel va a ser la protagonista del plato en cuestión.
Para dar un poco más de sabor a la salsa y obtener un resultado ideal es recomendable también añadir un poco de nuez moscada y – o pimienta, dependiendo del gusto, y mezclar. Además siempre hay que probar el punto de sal y rectificar si es necesario.