¿Cómo se realiza la operación? ¿Para quiénes está recomendada? ¿Cuáles son los resultados? Todas las respuestas, en este artículo.
Se acerca el verano y todos queremos lucir cuerpazo. Sin embargo, los kilos sumados en el invierno y, sobre todo, luego de los largos periodos de confinamiento domiciliario y sedentarismo, pueden enfrentar la figura que deseamos con la que tenemos.
Muchas veces, las dietas y tratamientos no funcionan para bajar peso o los abdómenes se distienden por otras causas. Afortunadamente, la ciencia médica estética ha avanzado hacia soluciones cada vez más simples, seguras y asequibles para conseguir un abdomen plano y tonificado en cuestión de horas.
La abdominoplastia es una de las cirugías más solicitadas de cara al verano. “Se trata de un procedimiento quirúrgico por el cual se reconstruye la pared abdominal, eliminando el exceso de piel y grasa, a la vez que se restaura la musculatura abdominal. Puede realizarse a mujeres u hombres, siendo más frecuente en las primeras”, comienzan a explicar los responsables del Instituto Español de Cirugía Plástica.
El objetivo de este tipo de intervenciones es lograr un abdomen plano y firme tras una pérdida de cintura por embarazos, ganancia o pérdida significativa de peso o envejecimiento, y según los especialistas “el resultado obtenido no puede conseguirse con ejercicio físico o dietas”.
Casos en los que es recomendable una abdominoplastia
Esta cirugía se ha popularizado enormemente en los últimos años. Sin embargo, los profesionales de la salud solo recomiendan hacerla cuando sea realmente necesario. Pero, ¿cuáles son esos casos?
“La mayor parte de las pacientes que acude a consulta por estas intervenciones son personas que han intentado reducir esta zona con otro tipo de tratamientos como ejercicios, dietas, etc. Suelen ser personas obesas o que han logrado bajar de peso y recurren porque esta pérdida de peso ha originado un exceso de piel y tejido subcutáneo”, indican desde el Instituto Español de Cirugía Plástica, aclarando que esta cirugía no es una técnica para tratar el sobrepeso.
Entre los pacientes a los que se recomienda este tipo de cirugía se encuentran también quienes han tenido una pérdida brusca de peso debido a dietas o técnicas como bypass gástrico. En estos casos, la abdominoplastia elimina la piel y el tejido subcutáneo sobrante.
Otro perfil susceptible de este tipo de cirugía es el de mujeres con abdómenes distendidos debido a embarazos previos. Cuando la pared abdominal se distiende y se deteriora la calidad de la piel en la zona, se percibe un abdomen arrugado, fláccido y con exceso de piel.
Por último, están los pacientes con cicatrices abdominales. “A pesar de que no existen técnicas para hacer desaparecer por completo esta cicatriz, se puede mejorar el aspecto mediante una nueva intervención en la que se extirpa la cicatriz y se sutura en condiciones óptimas. En estos casos la recuperación e intervención son más rápidas”, aseguran los especialistas.
Pacientes en los que esta cirugía está desaconsejada
No todas las personas que llegan a una consulta de cirugía plática pueden ser sometidos a una abdominoplastia y será el buen criterio médico el que indique cuál es la mejor opción.
“La desaconsejamos cuando una paciente desea tener más hijos, o nunca los ha tenido. Existiendo alguna excepción. También cuando el paciente tiene un peso muy elevado que contraindica la intervención”, puntualizan.
Tampoco es aconsejable cuando no se tiene un problema médico (diástasis o separación de los rectos, abdomen que cuelga y le produce erupciones cutáneas, …) o cuando el exceso de piel es moderado siendo su preocupación 100% estética.
La duración, la cirugía y los resultados
Cuando un paciente va a someterse a una abdominoplastia tiene muchas dudas y preguntas, sobre todo en cuanto a cómo será la intervención y cuán dolorosa puede resultar.
Se trata de una cirugía que dura entre dos y tres horas, aunque este tiempo puede variar en función de la complejidad de la intervención: no será igual para quien necesita mejorar el aspecto de cicatrices que para una persona que ha perdido 50 kilos.
El procedimiento quirúrgico se lleva a cabo mediante anestesia general. En todos los casos es necesario el ingreso hospitalario como mínimo durante 48 horas. Durante ese tiempo, el paciente llevará unos drenajes y es posible que deba tenerlos un tiempo más tras el alta. Por todo esto, requiere unos 15 días de baja médica.
Con respecto a los resultados, desde el Instituto Español de Cirugía Plástica explican que dependerán en buena parte del estado previo. “No hay que imaginárselo, porque la realidad es siempre diferente. El resultado requiere de un periodo de asimilación de la nueva imagen que suele durar unos meses”.
Está claro que, aunque no se trate de una intervención estética sino reparadora, el nivel de satisfacción es muy alto y, de cara a los meses estivales, este es el momento para realizar una consulta con un especialista.