El Rey Juan Carlos ha pagado más de cuatro millones a la Agencia Tributaria. Esta es la segunda vez que el emérito ingresa grandes cantidades de dinero en las arcas del Estado español. La primera regularización al fisco la presentó el pasado 9 de diciembre por cerca de 680.000 euros. Su intención era aclarar su situación fiscal, correspondiente a una deuda tributaria de 2016 al 2018, cuando ya había perdido su inviolabilidad, al haber abdicado en la figura de su hijo, y haber dejado de ser el jefe de estado español.
Con este pago, el rey emérito reconocía el fraude, pero al hacerse la regularización antes de que se le comunicara que la investigación se estaba llevando a cabo, el pago se admite como como dentro del periodo voluntario, y no existe el delito.
Cuatro meses después de su abandono de España, el emérito hacía este movimiento en relación al uso de tarjetas bancarias, que le afectaba tanto a él como a sus familiares, con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, que está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Hoy, el rey Juan Carlos ha realizado una segunda regularización fiscal por rentas no declaradas durante varios ejercicios que suman más de ocho millones de euros de pagos en especie, por los que ha abonado más de 4.000.000 millones de euros a la Agencia Tributaria, según ha adelantado el diario ‘El País’ con fuentes conocedoras de la operación.
En concreto, el rey emérito ha presentado una declaración voluntaria ante la Agencia Tributaria por ocho millones de euros en concepto de vuelos de una compañía de jet privados pagados hasta el 2018 por la fundación Zagatka, propiedad de Álvaro de Orleans, según el citado diario.
El bufete que representa al padre del rey Felipe VI, ha hecho público que el emérito ha efectuado este pago «sin requerimiento previo de clase alguna», y que el dicha cantidad, se incluyen los intereses de demora y recargos