Tras más de 60 años de trayectoria, que se dice pronto, Pepe de Lucía acaba de recibir uno de los reconocimientos más importantes de su carrera. Nada más y nada menos que la de su tierra, Andalucía. Algo, que le ha hecho especial ilusión, sobre todo porque su hermano Paco y su hija Malú, también recibieron la Medalla en su momento.
Desde Cotilleo.es nos hemos puesto en contacto con él para saber cómo se encuentra, y cómo ha encarado su vuelta a la música tras 14 años de ausencia, nada más y nada menos, que de la mano de un gran amigo de la familia, Alejandro Sanz. Además, el padre de Malú, también nos ha hablado sobre su faceta como abuelo y sobre la forma en la que ha encarado la pandemia. Además, ha podido cometer una indiscreción que puede que moleste un poco a su hija, sobre todo porque no le gusta hablar sobre su vida privada. ¡Sigue leyendo y entérate de todo lo que nos ha contado!
3El inmenso orgullo de Malú ante el reconocimiento de su padre
> Tras hacerse público el reconocimiento que Andalucía le ha hecho a Pepe de Lucía, Malú no ha podido evitar compartir el gran orgullo que siente por su padre. Así, ha querido dedicarle unas preciosas palabras a través de redes sociales, las cuales ha acompañado con una imagen en la que se ve al cantaor siendo tan solo un niño y guitarra en mano. Un claro reflejo de su larga e impresionante trayectoria.
«No hay reconocimiento más bello que el de tu tierra por una vida entera de entrega y por todo lo que has aportado a la música y al flamenco… Tu manera de cantar y esa forma de escribir canciones inmortales. Enhorabuena @pepedeluciaoficial Enhorabuena papá! #MedallaDeAndalucia #PepeDeLucia», compartía la cantante en Instagram. Y lo cierto es que este detalle la ha acercado un poco más a su padre, del que según nos ha contado el propio cantaor, se mantiene alejada por cuestión de salud.
«Hay que querernos muchísimo, porque esta pandemia nos está haciendo una catarsis muy grave. Se prevé que vamos a tener un verano muy malo si no nos concienciamos y hay que tener cuidado. No hay que entusiasmarse y salir corriendo a la calle, porque cada uno somos un portador de virus. Yo estoy viviendo en medio del campo y no quiero estar con mi hijo de dieciséis años, porque con un pelín que venga tocado, a mi me puede pegar fuerte el bicho. Estoy componiendo, escribiendo… A los nietos los veo por fotos todos los días».
.
