Algunos tertulianos del magacín vespertino de Telecinco ganan una fortuna y se han posicionado como los mejores pagados de la televisión. En solo una semana, pueden hacerse con un dineral que el resto de los mortales no ganarían en varios meses de trabajo. Son muy afortunados y tienen una posición privilegiada, pero en Sálvame hay diferentes estamentos y no todos cobran lo mismo. Algunos tertulianos han de currárselo mucho si quieren igualar el salario de los pesos pesados del espacio presentado por Jorge Javier Vázquez, y lo cierto es que ni de lejos llegan a esas cifras astronómicas. ¿Quieres saber quiénes son los que menos ganancias perciben en el programa de corazón más famoso de la pequeña pantalla? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
3Los colaboradores de Sálvame que menos cobran
> Las últimas incorporaciones del magacín vespertino de Telecinco son los que menos dinero reciben por sus intervenciones. Rafa Mora llegó al programa siendo un aprendiz que todavía tenía mucho trabajo por delante para llegar al nivel de sus compañeros, y aunque ya lleva unos cuantos años en Sálvame y ya ha demostrado su valía, algunos medios aseguran que su salario todavía no supera los 1000 euros por tarde, quedándose cerca de los 800. Por debajo de él se encuentran otros tertulianos como Kiko Jiménez o Miguel Frigenti, cuyos salarios se estiman entre los 500 y los 600 euros por colaboración. Además, estos dos últimos son de los que menos veces son convocados, así que sus retribuciones mensuales por participar en el espacio de corazón pueden no superar los 2.500 euros. “Es una miseria en comparación con lo que ganan los otros”, deslizan a este portal desde el entorno del programa.
Por otro lado, Kiko Jiménez, Miguel Frigenti, Rafa Mora o Marta López son algunos de los colaboradores de Sálvame que no participan en las promociones publicitarias, quedándose sin recibir ese plus tan jugoso por el que algunos tertulianos han llegado a pelearse. Como han sido los últimos en llegar, a los más veteranos ni se les pasa por la cabeza dejarles que le arrebaten ese trocito de mercado que les permite aumentar sus beneficios.
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