Desde que le concedieran a Iñaki Urdangarin el tercer grado penitenciario lo cierto es que hemos visto al exjugador de baloncesto mucho más feliz y sonriente. De hecho, ha convertido la casa de su cuñada, la Infanta Elena, en el centro de las reuniones familiares con sus hijos, sobrinos, amigos e incluso su mujer. En esta ocasión, hemos visto como su hijo Pablo Urdangarin ha llegado a Madrid dispuesto a disfrutar del fin de semana junto a su padre.
Establecer diferencias entre unos y otros puede que sea un gesto de mal gusto, pero lo cierto es que cada vez que hablamos con el hijo de la Infanta Cristina nos quedamos locamente sorprendidos por la educación y el saber estar que demuestra, al menos, ante las cámaras de la prensa.
En su llegada a la capital, Pablo nos ha confesado que tenía muchas ganas de volver a ver a su padre y disfrutar de este fin de semana con él: «Sí, muchas gracias». Escaso en palabras y con timidez, el hijo de la Infanta Cristina se muestra de lo más tierno ante los medios de comunicación y asegura con ese hilo de voz lo mal que lo ha pasado todo este tiempo que ha estado separado de su padre.
Lo cierto es que desde que Urdangarin disfruta del tercer grado, todo ha cambiado en la familia, de hecho los rostros de todos los miembros a los que hemos podido ver son mucho más relajados a pesar de las informaciones que siguen saliendo de su familia.