María Pombo es una de esas privilegiadas que cuentan con una genética envidiable. Disfrutona de la comida – ha confesado en numerosas ocasiones que se pirra por las patatas fritas – la influencer no se priva de nada y está espectacular casi dos meses después del nacimiento de su hijo Martín.
Hoy, la modelo ha retomado sus entrenamientos, que había «abandonado» en la recta final del embarazo, y así lo ha compartido con sus seguidores. Con unas mallas y un top a juego, María ha colgado alguno de sus ejercicios en Instagram, desatando la admiración entre sus fans por el cuerpazo que luce a pesar de haber sido madre el pasado 27 de diciembre, es decir, hace tan sólo 53 días.
Sin embargo, y demostrando que es humana y también tiene sus «defectillos» – algo que empezábamos a dudar – la mujer de Pablo Castellano ha mostrado la realidad de su cuerpo post parto. Y, frente al espejo, no ha dudado en enseñar un atisbo de «michelín» minúsculo que todavía arrastra del embarazo de Martín.
Muy sincera, y haciendo gala de su naturalidad, María ha confesado que «aunque considero que me he recuperado muy bien (bastante mejor de lo que me esperaba) todavía me quedan rollitos en la tripa y espalda que antes no tenía. Ah! Y 4 kg de más!. PD: El color negro disimula muy bien».
Bravo por la influencer que, al normalizar los kilos de más que todas en mayor o menor medida arrastramos tras un parto, a buen seguro ha ayudado a muchas de sus seguidoras que todavía no se han podido quitar el peso que ganaron en sus embarazos.
Y, aunque María asegure que todavía no se ha recuperado al 100% y muestre sin complejos sus «rollitos», nosotros la vemos espectacular y, si cabe, casi con mejor cuerpo que antes de quedarse embarazada.