La guerra entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera está siendo muy cruenta para ambos. Pero no solo para ellos, sino también para toda la familia. Irene Rosales, Isa Pantoja y Anabel Pantoja están siendo algunas de las víctimas colaterales por no hablar de los niños. Los pequeños de Irene Rosales y el dj no están viendo durante este tiempo de guerra hostil a su abuelita. Pobrecitos… Ni su abuela puede disfrutar de ellos. Con lo que alegra un nieto la vida.
Y no es por la pandemia como le está sucediendo a millones de familias españolas, sino por el tremendo enfado que tienen madre e hijo. Los que más se querían están declarándose la guerra. No hay marcha atrás. Pero esto tiene unas grandes consecuencias, más allá del no hablarse. Estrés, miedo, inseguridades, bajadas de ánimo, rabia, lloros… un cóctel molotov que hace desestabilizar a cualquiera que pase por un trance así.
Pero en el caso de Kiko Rivera es peor aún. El hijo pequeño del maestro Paquirri arrastra un historial muy insano y muy preocupante. Su enfermedad de adicción a las drogas en el pasado, supone un problema en el presente y en el futuro.
Irene Rosales está muy preocupada y mientras ella sale en una defensa acérrima y se ocupa de sus hijos, él aparece saliendo con amigos… La mujer de Kiko Rivera ha desenmascarado a Isabel Pantoja en la adicción de Kiko ¿Qué no lo sabía?…
3Kiko Rivera, más de 15 años sumido en la adicción
> «Yo he evolucionado en las broncas que tuve con él cuando tenían que ver con este tema. Las broncas eran monumentales. Le decía ¡Vete!, pero acabábamos gritando y veía que era peor porque iba a irse y volver a consumir. Entonces, empecé a hablarle desde el cariño , con amor», y ha tenido muchas dudas. Y es que las parejas envueltas en esta situación, sufren ansiedad, tristeza, depresión. Además se pasa de ser el cuidador, la madre o el padre, uno deja de ser hasta pareja como tal.
Y es que las mayores discusiones con Kiko Rivera han sido cuando más problemas familiares tenía. Así se lo confesaba Irene Rosales a Sofía Cristo. Por lo que, los miedos de la andaluza andan siempre despiertos. «Te deja frito, te taladra la cabeza. Yo por la noche me despertaba siete u ocho veces, cuando estaba en un bolo y le escribía diciéndole que me escribiera un audio… Y decía: ¡Qué estoy haciendo?», ha comentado Irene Rosales.
Kiko Rivera lleva más de años y medio rehabilitado e Irene Rosales encontró la paz: «hace ya dos o tres años, ya no lo recuerdo, que duermo como nadie…».
Ahora el artista ha comenzado a salir de nuevo y el miedo acecha para Irene Rosales.
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