La reina Letizia es en muchas ocasiones como un libro bastante difícil de leer, y aunque siempre se ha especulado sobre su fuerte carácter, la mayor parte del tiempo ha intentado mantenerlo a raya. Sin embargo, a veces le ha resultado casi imposible forzar la situación y controlar sus impulsos.
Tanto es así, que algunos de sus arrebatos públicos, como el momento en que se enfrentó a su suegra, la reina Sofía, o le negó el paraguas a su marido, el rey Felipe, la han puesto más de una vez en el punto de mira. Pero, en el fondo es muy poco lo que conocemos de su verdadera personalidad, aunque la periodista Pilar Eyre se ha mostrado dispuesta a retratar a la Letizia más desconocida.
2Perfeccionista y meticulosa hasta la médula
> A todo esto, se suma un aspecto que ya es bastante conocido sobre ella, y es que Letizia es demasiado perfeccionista, hasta tal punto que analiza todo al milímetro y no permite ningún fallo. Algo, que también podemos comprobar con la educación de sus hijas, y es que no consiente que Leonor y Sofía se salgan de los límites de lo protocolariamente correcto. De hecho, incluso puede resultar demasiado exigente con las niñas, según se comenta.
«Modificó tantas veces su vestido de novia en el taller del gran Pertegaz, en la Diagonal de Barcelona, que al final casi no se parecía al diseño original creado por el modisto. El modisto, con todo, acogió estos cambios con la amabilidad que lo caracterizaba. ‘Todas las novias se ponen nerviosas'», relata al respecto Pilar Eyre en su blog.
Además, eso la lleva también a ser excesivamente meticulosa, ya que según puede leerse en Lecturas, en uno de sus primeros veranos de casada, encargó un bikini que llegó a modificar hasta en seis ocasiones para que estuviera perfecto. Y es que Letizia jamás se permitiría enseñar más de la cuenta o salir poco favorecida con tan poca ropa.
Siguiente: Los momentos en los que la sinceridad le ha pasado factura