Rocío Carrasco lo tiene muy claro, y es que si tiene que decir algo, no lo hará mediante una exclusiva en revistas o en televisión, sino en un juzgado. La hija de la gran Rocío Jurado ya ha demostrado en más de una ocasión que no le tiembla el pulso a la hora de demandar a diestro y siniestro, y se atreve incluso con Belén Esteban.
La colaboradora de Sálvame no ha tenido problema alguno en amenazar a María José Campanario y animarla a que tome medidas legales contra ella, aunque parece que incluso la ‘princesa del pueblo’ se achanta cuando de enfrentarse a la «reina de las demandas» se trata. Y, si no, que se lo digan a Antonio David y a su mujer Olga Moreno, que volverán a verse las caras con ella en los juzgados por enésima vez.
1La indiferencia de Rocío Carrasco ante lo que se le viene encima
> Rocío Carrasco ha desarrollado la tendencia a demandar a diestro y siniestro para solucionar sus conflictos. Sin embargo, son muchas las malas lenguas que aseguran que no es ella quien mueve los hilos y toma las decisiones, sino más bien su pareja, Fidel Albiac.
Así, la hija de la gran Rocío Jurado volverá a verse las caras en los juzgados con Olga Moreno, mujer de su ex, Antonio David, después de haberla demandado por difusión de información. Y es que ésta abrió una carta que iba dirigida precisamente a su marido, e hizo público el contenido de la misma. Algo, en lo que se ha visto involucrada incluso la propia Belén Esteban, la cual a su vez, ha revelado su deuda con la Agencia Tributaria. Y es que parece que hasta la ‘princesa del pueblo’ se encoge al oír hablar de Carrasco y sus golpes legales.
Sin embargo, pese a que esta cita tan importante se acerca a pasos agigantados, ya que este mismo viernes tanto Olga como la Esteban tendrán que dar explicaciones a Carrasco por la información que han desvelado, Rocío se ha mostrado de lo más tranquila.
Y es que tanto ella como su marido, Fidel Albiac, han sido vistos disfrutando de una cita gastronómica en pleno de centro de Madrid y muy bien acompañados por unos amigos, lo que denota que no están nada preocupados por la próxima cita que tienen en los tribunales.
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