Este sábado 6 de febrero se cumplían 40 años de la triste y repentina muerte Federica de Grecia, madre de la reina Sofía. Casualidades de la vida, el destino ‘quería’ que la reina Letizia, siendo princesa de Asturias perdiera a su hermana Erika un día después, un 7 de febrero, 26 años más tarde. La griega estaba muy unida a su madre, y los viajes eran constantes entre las dos y la princesa Irene. Por todos es sabido la especial y preciosa relación que guardan las dos hermanas.
Fallecía muy joven a los 63 años de edad. Por una operación… La reina Federica moría en Madrid, víctima de una operación de estética. La operación en cuestión era una intervención menor de blefaroplastia. A la madre de doña Sofía se le paraba el corazón. A día de hoy son muy normales las operaciones pero la anestesia a veces, juega una mala pasada.
Y la reina Sofía le cogió, mucho pero que mucho respeto.De hecho siempre se ha dicho que no quería oír ni hablar ni en pintura de las operaciones e intervenciones de estética y rejuvenecimiento. Algo de lo que Letizia, ha huido y ha hecho caso omiso a las recomendaciones de los temores de su suegra. Pero tampoco ha sido la única que ha desoído los consejos de la reina. Sigue leyendo que te los vamos a contar todos a continuación.
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> Debido al cambio de su nariz, sus facciones quedaban descompensadas y tocaba retoque de mentón aunque siempre se ha negado. Pero el resultado es más que evidente. Facciones más redondeadas y más armoniosas, sin duda.
Y como no: la boca. La dentadura es fundamental, y la reina Letizia muestra una sonrisa sinigual. Otro detalle del que no se habla de la mujer de Felipe VI es del pecho. ¿Es suyo o ha pasado por bisturí? A pesar de su delgadez luce un pecho bien puesto.
A día de hoy, a pesar de lucir canas, el ácido hialurónico, el botox y las vitaminas se han convertido en sus compañeras, junto a la discreción de sus médicos.
La reina Letizia cada vez está más joven dividiendo a la opinión pública. Detractores y seguidores se dividen, aunque en esta ocasión no a partes iguales. La nuera de la reina Sofía ha sido muy, pero que muy criticada por su constantes cambios en sus facciones.
Mucho se habla de la verdadera obsesión de Letizia por los retoques donde se pasaría con ellos. O lo que es lo mismo, adicción a las operaciones de estética. A la reina Letizia se le ha calificado de tener un trastorno dismórfico corporal (años atrás catalogado como dismorfofobia). Esto sería una enfermedad de tipo mental que se caracteriza por la percepción exagerada de un defecto físico y una sobrepreocupación por la imagen corporal.
Sin embargo a ella, le ha dado igual y ha pasado por encima de todos los comentarios y críticas al respecto. Una de las más críticas ha sido la reina Sofía que veía como su madre fallecía por pasar por una operación de párpados. Siempre se ha comentado que la helena, le cogía pavor a los retoques y que por eso ella no pasaba por quirófano. Pero lo cierto es que, a pesar de su edad, la mujer de Don Juan Carlos sí que ha debido de quitarse el miedo. Pasa la página y descúbrelo.
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