Tras el notable incremento en las cifras de contagios de SARS-CoV-2 que España lleva experimentando desde el periodo navideño, la mayoría de las universidades privadas españolas han acordado trazar un plan para reducir al mínimo la presencialidad en las aulas y mitigar los contagios en el ámbito educativo. No obstante, es de esperar que se adopte un modelo de presencialidad híbrido para que la formación del alumnado no se vea perjudicada.
El objetivo, preservar la salud de alumnos y personal docente
Según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Universidades y los datos recogidos por el Sistema de Universidades Español (SUE), el pasado curso académico se matricularon a nivel nacional más de un millón trescientos mil estudiantes en las universidades de todo el territorio nacional, un 0,7% más que en el curso académico 2018-2019. Una tendencia que previsiblemente se revertirá en las estadísticas del presente curso, el primero que ha dado comienzo en plena ola de contagios de coronavirus.
Tras la desescalada del pasado verano y el fin de la campaña navideña, los contagios se han disparado en prácticamente todas las regiones del país. Una vez finalizado el primer periodo de exámenes del presente curso y con la creciente tendencia de contagios que se antoja imparable, los responsables autonómicos de las distintas regiones españolas han acordado mantener los niveles de presencialidad en mínimos históricos a partir del mes posterior al primer periodo de exámenes para, de este modo, combatir los estragos que esta tercera ola de contagios está causando en todo el país. “En el caso de las universidades valencianas, las cinco públicas (UV, UPV, UA, UJI y UMH) han acordado junto a Carolina Pascual, la Consellera de Universidades, mantener la mínima presencialidad posible durante el mes próximo a fin de disminuir la movilidad del alumnado y contribuir así con las restricciones adoptadas por los responsables políticos ante la actual crisis sanitaria”, sostienen fuentes de Educación.
Y es que, según los últimos datos facilitados, los contagios que se producen en el entorno académico han aumentado de manera considerable tras los exámenes de enero, un hecho que tiene unas repercusiones enormemente negativas puesto que una buena parte del alumnado se ve obligada a desplazarse para acudir al centro formativo y, en caso de contagiarse, aumentaría enormemente la incidencia en otros municipios sin un flujo de estudiantes tan concentrado. “Aunque es en las principales ciudades donde se concentra la mayor parte de los estudiantes, al producirse el traslado a otras comarcas los contagios se producen en el lugar de destino, además de en el entorno educativo”, afirman desde UniversitariosEnApuros, portal online especializado en la asesoría universitaria para estudiantes de Grado y Máster, que cuenta con todo un equipo de profesionales especializados en distintas materias y que prestan sus servicios a estudiantes con ganas de alcanzar sus metas académicas. “Esto acaba afectando a la dinámica de todo el sector educativo, por lo que era necesaria una adaptación del modelo tradicional de impartición de clases a la nueva coyuntura sociosanitaria”, sostienen desde la plataforma.
Cómo afecta la pandemia de coronavirus a los nuevos titulados
Desde Universitarios En Apuros hacen hincapié en que los efectos devastadores causados por la crisis sanitaria que todavía perdura se ceban especialmente con los estudiantes de 4º curso y los recién titulados. “El coronavirus lo ha puesto todo patas arriba, pero está haciendo particularmente difícil la defensa de los proyectos finales de Grado y Máster por las características inherentes a este tipo de trabajos”, afirma el equipo de Universitarios en Apuros. “Para defender adecuadamente el trabajo final la Universidad debe conformar a un tribunal con miembros del profesorado que no hayan estado vinculados al estudiante durante la elaboración del trabajo final, espaciando los turnos de defensa para preservar el correcto desarrollo de la misma. Esto resulta especialmente difícil de realizar, sobre todo cuando la capacidad administrativa de las universidades se ha visto mermada como consecuencia de la pandemia”, explican fuentes de Universitarios en Apuros. “El protocolo sanitario vigente establece que, ante un positivo en el entorno cercano, el afectado debe guardar cuarentena domiciliaria, lo que imposibilita realizar una defensa física. Las universidades han tenido que adoptar modelos telemáticos de defensa de TFGs para evaluarlos correctamente, algo que es posible que continúe siendo así unos años más”, afirma el equipo de la plataforma.
Pero el coronavirus no solo está haciendo más complicada la defensa de trabajos, sino que ha acribillado cualquier opción de acceder al mercado laboral en unas condiciones mínimamente aceptables. “La peor parte se la ha llevado, sin duda, la generación de recién titulados que esperaba con ansias poder acceder a un puesto de trabajo justo en los meses previos a la pandemia. Veníamos de la gravísima crisis de 2008, de la que no nos habíamos acabado de recuperar, y si tras ella había alguna posibilidad de acceder al mercado laboral de una manera mínimamente decente, el coronavirus se ha encargado de extinguirla”, sentencia el equipo del servicio de asesoría universitaria.
Adaptación del modelo telemático en función de la titulación
Los coordinadores de Grado y los máximos responsables de Universidades son conscientes de hasta qué punto adoptar un modelo de formación telemática puede adulterar la formación de los nuevos universitarios. “El objetivo es preservar la seguridad tanto de estudiantes como de profesores y demás personal universitario, pero también lo es ofrecer a los matriculados de Grado y Máster la formación ofertada”, explican fuentes de la Conselleria de Educación de la Comunitat Valenciana, la región que lidera el incremento de contagios de todo el territorio nacional. “La nueva planificación se revisará de manera periódica para garantizar que el alumnado recibe la formación adecuada, y se adoptará un modelo híbrido en las titulaciones correspondientes que no puedan prescindir por completo de la formación presencial”, aseveran desde el organismo autonómico.
Es de esperar que la situación continúe así lo que resta de curso, puesto que la ansiada inmunidad de rebaño que darían las actuales vacunas se antoja todavía lejana al no disponer de stock suficiente para satisfacer la demanda de los países desarrollados.